Páginas

Páginas

jueves, 13 de febrero de 2014

Cazuela de pescado en amarillo



En este caso una cazuela de bacalao fresco, que es tan rico y gustoso como el de salazón. No lo confundamos con el abadejo, muy frecuente en el Atlántico que es también muy sabroso pero inferior en calidad, sabor y textura. Digamos que es el pariente pobre aunque en algunas zonas el nombre de abadejo es sinónimo del bacalao. Si lo cocinamos en su punto, el bacalao fresco es exquisito, queda muy jugoso y las lascas se separan con facilidad.

Cocinar en amarillo como creo que ya he explicado alguna vez, es tan solo una forma coloquial y familiar de nombrar a esta salsa tan sencilla y popular en mi Sevilla y en casi toda Andalucía, debida al uso del azafrán que le da eso color tan bonito y apetecible. Esta receta era de mi madre, aunque ella la preparaba con cazón y a veces con patatas, aunque alguna vez también le ponía guisantes.

Pero yo me atreví a tunearla un poquitico, cambié el cazón, que por otro lado  ultimamente es muy difícil de encontrar aquí, por bacalao fresco y le añadí sepia de la costa, almejas y algun toque más que ya veréis y el resultado fue fastuoso y aún pecando de inmodestia un éxito total...jajaja  Si la hacéis me lo decís que os parece y mami espero que te guste, sabes que adoraba, adoro tu cocina.

Y venga vamos con esta sencillísima receta.