Pastel de ensaladilla de patatas y marisco

Cómo nos gustan las ensaladillas, especialmente la de patatas y las suelo preparar durante todo el año, aún en pleno invierno. Bien como aperitivo, de tapa, o como entrante, están deliciosas y nos sacan de un apuro en un periquete. Ésta que os traigo hoy es de las favoritas de mi gente, es que es supercompleta, suave y deliciosa. Además, si la decoramos un poquito, queda estupendamente tanto en una reunión informal con los amigos, como fue mi caso, o en una comida festiva. Os aseguro que quedaremos divinamente.

Normalmente suelo acompañarla con lechuga fresca o rúcula, esta última personalmente me encanta, aunque entiendo que no a todo el mundo le guste su sabor amargo, pero combina y contrasta estupendamente. En esta ocasión opté por espárragos blancos, ya que es otra cosa que nos encanta y casa perfectamente con las ensaladillas de patatas, por su frescor y ligereza.

Pues venga, vamos con esta sencillísima receta.

Ingredientes, para 12 comensales:

Dos kilos de patatas.
Tres zanahorias grandes.
Dos hojas de laurel.
Un bote de pimientos del piquillo, 220 gr. escurridos.
250 gr. de gambas peladas, frescas o congeladas, de tamaño grande o mediano.
200 gr. de melva o bonito, al natural y escurrido.
Olivas negras deshuesadas, unos 80 gr. aprox.
Una docena de barritas de surimi.
Cuatro huevos cocidos.
Una cebolleta fresca.
Un bote de mahonesa al limón casera. Podéis ver la receta aquí.
Tres espárragos blancos por comensal.
Sal.

Preparación:

Ponemos una cazuela amplia con agua, el laurel y un buen puñadito de sal, la llevamos a ebullición y echamos las gambas, cuando retomen el hervor las dejamos 30 segundos y las sacamos. En ese mismo caldo, ponemos a cocer las patatas peladas, lavadas y cortadas a trozos grandes, harán espumilla pero no pasa nada, eso es por el marisco que cocimos antes. Lo retiramos y dejamos cocer hasta que estén tiernas, entonces escurrimos. Cuando estén tibias las ponemos en un cuenco grande y las chafamos con un tenedor, pero groseramente, sin hacer un puré y reservamos.

Ahora en el mismo caldo, cocemos las zanahorias previamente peladas, lavadas y cortadas en trocitos pequeños. Cuando estén tiernas, escurrimos y añadimos al cuenco de las patatas, junto al resto de ingredientes picados y reservando unas olivas, unas gambas y un pimiento, para decorar. Incorporamos la mahonesa y mezclamos con cuidado de no deshacer los ingredientes.

Engrasamos ligeramente con aceite de girasol, un molde de nuestro gusto, en mi caso de corona, para poder rellenarlo con la guarnición. Vamos poniendo cucharadas de ensaladilla y aplastando ligeramente hasta llenarlo.

Lo dejamos enfriar tapado y en el frigo hasta el momento de servir, entonces lo desmoldamos y decoramos a nuestro gusto. Servimos bien fresquito, junto al resto de los espárragos en una fuente ¡¡y ya lo tenemos listo para disfrutar!!

¡¡Espero que os guste!!!
Bon profit!!