Pollo asado al limón con hierbas provenzales

Otra deliciosa forma de asar el pollo, con pocos ingredientes y de las que más gustan entre mi gente. Ya que queda super suave y con un sabor a campo delicioso. Esta es una de las recetas primeras recetas de asados, que aprendí a hacer de muy jovencita y que con los años he ido perfeccionando. 

Y no es que necesite mucha cosa, pero hay que darle un poquito de tiempo, para que tome todo su sabor, como también otro poco de mimo al asarlo, para que quede en su punto, bien hecho pero jugoso, con una piel tersa y muy crujiente que es una delicia por si sola.

Y vamos con la receta que es muy sencilla.

Normalmente no suelo utilizar mantequilla en la cocina, pero esta receta sin ella no sería la misma, ya que le da un puntito de jugosidad y suavidad delicioso. Junto al limón y las hierbas provenzales, que son una mezcla de mejorana, espliego, orégano, hinojo, albahaca, estragón, perifollo, laurel, ajedrea, romero y tomillo secos, aunque yo estos dos últimos los pongo frescos. Todo esto da un sabor increíblemente bueno a este asado.

Ingredientes:

Un pollo de unos dos kilos aprox. a poder ser de corral.
Medio limón en dos trozos y el zumo de otro entero.
Una cucharada sopera colmada de mantequilla en punto pomada.
Dos cucharadas soperas rasas, de hierbas provenzales.
Unas ramitas de tomillo fresco y otras de romero.
Pimienta blanca de molinillo.
Un vasito de vino blanco seco. *Opcional
Aceite de oliva virgen extra.
Un vaso de caldo suave de pollo con verduras, ver receta AQUÍ.
Sal.

Preparación:

Limpiamos el pollo de plumones, lo lavamos bajo el chorro de agua fría por dentro y por fuera y lo secamos bien. Lo untamos con la mantequilla por todas partes, lo salpimentamos por dentro y por fuera y los masajeamos bien con las hierbas provenzales, poniendo también dentro, le introducimos los trozos de limón previamente lavados, el romero y el tomillo frescos, lo disponemos en una bandeja de horno y lo rociamos con la mitad del vino y del zumo de limón y lo dejamos macerar durante un par de horas en sitio fresco.

Pasado ese tiempo ponemos el pollo con la pechuga hacía abajo, le echamos la mitad del caldo, un chorretón de aceite de oliva y lo metemos al horno previamente precalentado durante 15 minutos a 250º bajándolo en ese momento a 170º. Lo vamos regando con su jugo, hasta que la piel esté doradita, entonces le damos la vuelta, lo bañamos con el resto de vino, zumo y caldo y lo dejamos asar, regándolo cada 10 minutos, hasta que esté bien tierno y doradito a nuestro gusto. Entonces apagamos el horno, entreabrimos la puerta y lo dejamos reposar 5 minutos.

Servimos recién hecho, junto a unas patatas fritas caseras, (estas de la foto tienen su truqui, que ya publicaré en otra ocasión, porque tampoco son para hacerlas a diario...jejeje), un buen pan blanco y ya lo tenemos listo para disfrutar!!!

Espero que os guste!!!
Bon profit..!!!