Tajine de pollo con tomate y salsa Harissa

Que si, que ya lo sé, otra vez con la salsa Harissa y es que como ya os comenté quiero encontrarle más utilidades en la cocina y desde que hice la caballa adobada con ella, (ver receta aquí.) y caramba con todo está buena, da un saborcito genial, muy especial y único. 

Así que esta vez hice el pollo en un adobo que ahora os contaré, después un buen sofrito en cazuela de hierro, (pues todavía no he podido salir a comprarme el tajín para la vitro y es que este constipado me ha tomado mucho cariño y no me quiere soltar...) un ratito de cocción y tenemos un pollo con un sabor árabe y ligeramente picante, que está para montarle un piso... jajajaa

Y vamos con la receta, que según dicen el picante va divinamente para combatir el calor.

Ingredientes:

Cuatro cuartos de pollo, yo utilicé los traseros.

Dos cucharadas soperas de salsa Harissa, si la queréis hacer casera ver receta AQUÍ. 

Dos dientes de ajo.

Una cebolleta grande.

Tres cucharadas soperas colmadas de concentrado de tomate, yo del Lidl que sale buenísimo.

Un vasito de vino blanco tipo manzanilla.

Medio litro de caldo de pollo o verduras.

Aceite de oliva virgen extra.

El zumo de un limón grande y un poquito de su piel rallada, como una cucharada de café.

Unas ramitas de romero y tomillo frescos.

Un par de hojas de laurel.

Una pizca de nuez moscada recién rallada.

Sal.

Preparación:

Unas horas o la noche antes limpiamos bien el pollo, lo lavamos y secamos bien. En un bol grande mezclamos la salsa Harissa con el resto de especias e hierbas, el zumo de limón y la ralladura, un chorrito de aceite, los ajos trinchados con el prensador y sazonamos ligeramente. Añadimos el pollo y lo impregnamos bien por todas partes, lo dejamos reposar tapado la menos seis horas, dándoles la vuelta de vez en cuando.

Pasado ese tiempo, ponemos un chorretón de aceite de oliva en la cazuela o tajín y doramos el pollo a fuego medio, previamente escurrido. Cuando esté bien doradito sacamos y reservamos, añadimos la cebolleta finamente picada, yo en la picadora y sin hacerla puré, la pochamos hasta que esté muy tiernecita y transparente sin que tome color, ahora agregamos el tomate concentrado y todo el jugo del adobo junto con las hojas de laurel, removemos bien y dejamos sofreír a fuego lento hasta que se haya quedado casi en el aceite.

Entonces ponemos de nuevo el pollo, le damos unas vueltas y añadimos el vino, cuando esté medio evaporado añadimos el caldo y lo dejamos cocer tapado a fuego suave, hasta que esté tierno y se haya quedado en la salsita. Aunque si viéramos que se queda seco, le podemos añadir agua. Apartamos y dejamos reposar hasta el momento de servir ya que este tipo de platos siempre está mejor reposadito.

Servimos bien caliente, junto a un cous cous o como esta vez en mi caso con unas buenas patatas fritas caseras, mucho pan blanco o de pita, ver receta aquí, y ya lo tenemos listo para disfrutar!!!

Espero que os guste!!!

Bon profit..!!!