Pudin de calabacín y jamón

Ya estamos en verano y con calorcito fuerte!!! Pues aunque parezca una contradición, es cuando más pudins preparo. Pero es que aunque tengamos que poner un rato el horno, vale la pena, porque si calientes están ricos, en frío son un placer y apetecen muchísimo, cunden mucho, y se pueden tomar en al merienda, desayuno, cena o comida informal o de picoteo cortado en taquitos o sobre rebanadas de pan tostado. 

Así que nos quitan mucho trabajo en la cocina, además ser saludables, ligeros y económicos, se hacen en un periquete y quedan muy lucidos si tenemos invitados.

Esta receta la saqué de unas fichas que coleccionaba de muy jovencita, pero con los años la he ido convirtiendo en un pudin, que entre mi gente tiene un éxito enorme. Y con ella participo aunque sea fuera de tiempo porque me despisté, en el segundo reto de "Color y Sabor de Temporada", que cada mes nos propone una fruta y una hortaliza o verdura, cosa que a mi me encanta!!!

Vamos con esta sencillísima receta.

Ingredientes:

Un kilo de calabacines tiernos.

Media docena de huevos.

Medio litro de leche.

Cuatro rebanadas de pan blanco de molde.

Una tarrina de taquitos de jamón serrano, unos 90 grs.

Aceite de oliva virgen extra.

Una cucharada sopera colmada de margarina.

Pimienta blanca de molinillo.

Una ralladura generosa de nuez moscada.

Sal.

Preparación:

Lavamos y secamos los calabacines, los cortamos en rodajas del mismo tamaño, yo utilizo la mandolina y quedan genial. Ponemos una olla al fuego con agua y un puñadito de sal, cuando hierba echamos los calabacines y los dejamos tres minutos, no más o haremos puré. Escurrimos bien aprentando con una espumadera y reservamos.

En una sartén ponemos un chorrito de aceite de oliva, la margarina y salteamos los calabacines. Esto es muy importante para que no suelten agua en el flan o pudin. Una vez estén bien sequitos, sacamos y dejamos entibiar. Ahora ponemos la leche en un cazo, cuando comience a hervir apartamos y dejamos entibiar. Mientras tanto engrasamos un molde y ponemos una capa de calabacines bien repartida, como medio cm., encima repartimos el jamón.

Ahora ponemos agua en una bandeja de horno para el baño María y lo precalentamos a 180º. En un bol grande ponemos los huevos, la nuez moscada, la pimienta generosamente, la sal con precaución y batimos bien hasta que nos queden espumosos, entonces añadimos la leche, en pan a trocitos y trituramos para que quede bien fino. Vertemos con cuidado en el molde para que no se nos levante el fondo y metemos al horno durante 40 minutos. Si el molde es más pequeño y profundo, lo vamos pinchando con un palillo de madera hasta que salga seco.

Sacamos y dejamos enfriar a temperatura ambiente, entonces desmoldamos con cuidado separando primero los bordes con una puntilla. Si lo vamos a tomar caliente ya podemos servirlo, si no lo cubrimos con el mismo molde y metemos en el frigorífico al menos 12 horas...Servimos bien fresquito pero no helado, junto a unas tostadas o unos crackers y ya lo tenemos listo para disfrutar!!!

Como veis es una receta bien sencilla y no os podéis imaginar lo gustosa que está y lo suave que es al paladar. Podemos servirlo así tal cual, o bien cubierto con una salsa de tomate bien suavita u otra de nuestro gusto, o  hacer taquitos y pincharlos en tostaditas, etc.

Espero que os guste!!!

Bon profit..!!!