Después de unos días muy liaditos en los que no he parado ni un momento, hoy os traigo una nueva receta de temporada con un ingrediente principal, que particularmente me encanta, los caracoles!!!
Se muy bien que como otras muchas comidas los caracoles o los odias, o te encantan y este último es mi caso. Tanto que no paro de probar recetas que hasta hace poco desconocía y desde hace unos meses, se han convertido en habituales en mi cocina y son de mis favoritas.
En esta de hoy me basé en una foto que vi hace mucho tiempo y que me llamó mucho la atención, después buscando esa receta he visto muchísimas más, pero no tenían nada que ver con aquella, que tenía una salsita. Las otras eran potajes con caracoles, o sofritos de tomate, pimiento, ajo y cebolla, con pocos caracoles y muchos garbanzos.
Así que esta es mi versión, que encanta a todos y vamos con ella.
Ingredientes para 4 comensales, o más si lo servimos en tapitas:
Un kilo y medio de caracoles frescos o congelados precocidos.
Una cebolla blanca hermosa.
Un diente de ajo hermoso y sin el gérmen central.
Un puñadito de almendras crudas, unas 10 ó 12 piezas.
100 gr. de taquitos de jamón ibérico.
200 gr. de garbanzos cocidos, pueden ser de bote, pero en ese caso tendremos que enjuagarlos bien de su jugo y escurrirlos.
Dos cucharadas soperas colmadas de tomate concentrado.
Un vasito de vino blanco seco.
Una hoja de laurel.
Pimienta negra de molinillo.
Una cucharadita de postre de harina.
Una cucharadita de postre de harina.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal.
*Para la cocción de los caracoles, necesitaremos unos ramas frescas de hinojo, dos o tres dientes de ajo sin pelar, una cebolla mediana pinchada con clavos de especia y tres guindillas de cayena. El resto de la preparación podéis verlo clicando aquí.
Preparación:
Cocemos los caracoles según la receta e ingredientes señalados, apartamos y reservamos con su caldo. En una sartén amplia ponemos un chorrito de aceite de oliva, picamos el ajo y antes de que tome color, incorporamos la cebolla picada y las almendras, dejamos dorar todo a fuego medio bajo, agregamos la harina y una vez esté todo doradito retiramos y reservamos.
Seguidamente trituramos el sofrito y reservamos. En el mismo aceite del sofrito anterior, doramos ligeramente el jamón, añadimos el concentrado de tomate, les damos unas vueltas. A continuación echamos los garbanzos bien escurridos, los mareamos un poquito y salpimentamos.
Lo mojamos todo con el vino y la picada reservada, añadimos un vaso de agua, el laurel y dos cacillos del caldo de cocción de los caracoles, removemos y dejamos cocer medio tapado 15 minutos a fuego medio. Cuando la salsa comience a estar espesita lo destapamos y dejamos hacer chup chup 5 minutos más, apartamos y reservamos hasta el momento de servir.
Servimos bien calientes, acompañados de un buen pan, unas cervezas o vino blanco, bien fríos y ya los tenemos listos para disfrutar!!!
Estos guisos siempre están más buenos bien reposaditos, así que os recomiendo prepararlos muy de mañanita o la víspera, entonces toman todo el sabor de la salsa y están divinos.
Espero que os guste!!!
Bon profit, buen provecho..!!!
vaya deben de estar riquisimos
ResponderEliminarGracias Salvador, te aseguro que están deliciosos :)
EliminarSaludos y feliz domingo!!!
Hola Mina!! pues yo soy de las que me encantan, hace mucho tiempo que no como y cuando los veo me lanzaría contra la pantalla a pasar la lengua. Como buena hija de Leridana me gustan y los comía los días de fiesta mayor. Te han quedado extraordinarios, con esa salsita y sus garbanzos. Ohhhh!!!
ResponderEliminarJajajajaaa gracias guapa!!! A mi es que me pierden, los comería cada semana y oye desde que descubrí este platillo, es el que más preparo está riquísimo.
EliminarBesos y feliz domingo!!