Huevas de merluza cocidas y mahonesa con leche y limón

Cocer las huevas no tiene ningún misterio, tan solo saber algún truquito para que no se revienten o no se abran como una flor las que ya vienen un poquito rotas. Antes las cocía envueltas en una gasa o un trozo de trapo de algodón blanco, como los de las sábanas o camisas viejas y después atadas con hilo de bridar,  no os echéis las  manos a la cabeza, que bien limpios y sin suavizantes van divinamente en al cocina...jajaja

Alguna vez lo envolví en papel film, pero no nos gustaba el resultado, ya que las huevas no toman bien la sal y quedan muy insípidas  aunque se las aliñe.

Pero unas vacaciones estando en el pueblo, la chica de la tienda donde solía comprarlas congeladas, (porque las congeladas están también buenísimas, si las descongelamos bien en el frigorífico, y con esta cocción. Además resultan mucho más económicas...) me dijo como hacerlas para que no se rompieran sin ese quebradero de cabeza de envolverlas y desde entonces no las preparo de otra manera, quedan divinas y solo requieren un poquito más de tiempo de cocción. 

Siempre que encuentro huevas frescas en el mercado, no dudo en comprarlas y nunca menos de un kilo y es que nos encantan y las preparo de diferentes maneras o las congelo después de cocinarlas y bien tapadas. En Sevilla son muy típicas como tapa y suelen ser más pequeñas, te ponen una o dos unidades y la mahonesa, aunque también las hay aliñadas o fritas que también quedan muy ricas y nos encantan.

Vamos con esta exquisitez.

Ingredientes:

Un kilo de huevas frescas, como veis estas eran hermosísimas y fresquísimas.

Unos granos de pimienta negra.

Una hoja de laurel.

Sal.

Preparación:

Enjuagamos bien las huevas y las ponemos en una cacerola amplia, bien cubiertas de agua fría y con la sal, el laurel y la pimienta. Le subimos el fuego y cuando quieran comenzar a hervir, lo bajamos y dejamos así sin que se mueva el agua, pero a punto de ebullición entre tres cuartos de hora u hora y media, según tamaño de las huevas, tendremos que ir retirando la espumilla que puedan hacer.

Pasado ese tiempo apartamos y metemos la olla en el fregadero, con agua fría y cubitos, las dejamos enfriar en el caldo. Una vez frías las guardamos en un taper en el frigo, hasta el momento de servir, entonces las pelaremos.

Para la mahonesa:

Un huevo.

Aceite de oliva virgen extra.

Aceite de oliva de girasol, de calidad.

Dos cucharadas de leche fresca.

Zumo de medio limón.

Sal

Preparación:

Dejamos todos los ingredientes menos la leche a temperatura ambiente una media hora. Pasado ese tiempo cascamos el huevo entero en el vaso de la batidora de brazo, ponemos la sal, unas gotitas de limón, tres partes de aceite de girasol y una de oliva y comenzamos a batir sin mover la batidora, cuando veamos que comienza a estar bien espesita, vamos moviendo arriba y abajo despacito hasta ligarla bien, entonces podemos ir añadiendo aceite poco a poco hasta llegar a la cantidad que deseemos, por último ponemos la leche y mezclamos bien con una cuchara, tapamos y dejamos enfriar hasta el momento de servir.

Una vez frías y peladas las huevas, las cortamos en rodajas no muy finas o se romperán, emplatamos, ponemos un pegotillo de mahonesa, un poco de ensalada variada y ya  tenemos un entrante o primer plato listo para disfrutar!!! 

También podemos servirlas como aperitivo y sin lechuga, eso al gusto de cada uno, las que me quedaron las hice aliñadas, ya subiré la receta otro día. Por otro lado ya veis lo sencillo que resulta hacer la mahonesa en casa y con leche, es ideal para acompañar mariscos y pescados, pues queda super suave y ligerita.

Espero que os gusten!!!

Bon profit..!!!