La verdad es que no tenía nada claro si hacer torrijas este año, pues nuestra hija mayor Laia, nos trajo un viaje de dulces tunecinos de sus vacaciones allí, que andamos medio empachados y eso que no somos golosos, que si nooo...jajaja
Pero es que claro una cuaresma o semana santa sin sus dulces típicos no es lo mismo y que caramba una vez al año no hacen daño, con lo ricas que están las torrijitas. Las llamo borrachas para diferenciarlas de las que llevan solo leche, porque estas además llevan ron añejo, aunque la primera vez que las hice con alcohol fue con moscatel, pero las encontramos demasiado dulces.
Podemos ponerle cualquier otro licor de nuestro gusto, pero con cuidado de que no sobresalga demasiado el sabor o sea muy fuerte. Con las cantidades que pongo salen 18 torrijas grandes.
Pues vamos con ellas.