Torrijas borrachas

La verdad es que no tenía nada claro si hacer torrijas este año, pues nuestra hija mayor Laia, nos trajo un viaje de dulces tunecinos de sus vacaciones allí, que andamos medio empachados y eso que no somos golosos, que si nooo...jajaja

Pero es que claro una cuaresma o semana santa sin sus dulces típicos no es lo mismo y que caramba una vez al año no hacen daño, con lo ricas que están las torrijitas. Las llamo borrachas para diferenciarlas de las que llevan solo leche, porque estas además llevan ron añejo, aunque la primera vez que las hice con alcohol fue con moscatel, pero las encontramos demasiado dulces. 

Podemos ponerle cualquier otro licor de nuestro gusto, pero con cuidado de que no sobresalga demasiado el sabor o sea muy fuerte. Con las cantidades que pongo salen 18 torrijas grandes.

Pues vamos con ellas.

Ingredientes:

Pan para torrijas que esté asentadito.

Tres cuartos de litro de leche entera o de soja para intolerantes a la lactosa.

Una copa y media de ron añejo.

La piel de un limón, previamente lavado.

Una rama de canela.

Tres cucharadas soperas de miel.

Azúcar y canela molida para rebozarlas.
Tres huevos grandes.
Aceite de oliva suave o de girasol, para freírlas.
Pétalos de rosas tunecinas.*Opcional

Preparación:

Ponemos en un cazo la leche, el ron, la miel, la piel de limón y la canela en rama y lo llevamos a ebullición, en ese momento apartamos y dejamos infusionar unos minutos, removiendo un poco para que no se forme nata. Cuando esté tibia la colamos y ponemos en un recipiente amplio, vamos mojando las rebanadas por ambas caras y disponiendo en una fuente.

Batimos los huevos, rebozamos las torrijas y las vamos friendo por tandas pequeñas en una sartén amplia con el aceite bien caliente, las doramos por las dos caras y las vamos sacando a una fuente con papel de cocina, cuando la tengamos llena ponemos otra capa de papel encima y así hasta freírlas todas.

Entonces en un plato hondo mezclamos tres cucharadas soperas de azúcar por una de canela, rebozamos las torrijas por las dos caras y las vamos disponiendo en una fuente. Las dejamos enfriar totalmente y las podemos servir tal cual, con helado o como en mi caso con unos pétalos de rosa tunecinas, que le dan un sabor y aroma extraordinarios, no vayáis a poner de las otras, estas son comestibles. Y ya las tenemos listas para disfrutar!!!

Normalmente suelo ponerlas en un taper y guardarlas tapadas en el frigorífico, las saco un rato antes de servirlas, pues están mucho más buenas reposaditas, ya que sueltan un almíbar riquísimo. Y recordad que si hay niños en casa no poner alcohol.

Espero que os gusten!!!
Bon profit..!!!