Esta es una de esas sopas tradicionales andaluzas, de toda la vida, que te recuerdan la cocina de antaño, con ese aroma a hogar, tan agradable y familiar. La hago tal cual la hacían mis abuelas y mi madre, todas ellas sevillanas de pura sangre, con un arte y un salero en su forma de ser y en sus cocinas que daba gusto verlas y catar sus platos.
Y me la recordó hace años, cuando estuvimos en su casa del campo, mi querida prima Madala, que también cocina divinamente, desde entonces la hago más a menudo. Y es que modestia aparte, tanto mi familia catalana, como la andaluza, cocinan como los ángeles.
Además de que cada vez me apetecen más la sopas y curiosamente esta a mi marido, que no soporta las sopas con pan, le encanta. Durante estos días que estoy muy resfriada, la tomo muy a menudo, solo apetecen cosas calentitas y suaves, que no empachen. Además de que está buenísima y que reconfortantes son las sopitas en invierno, vamos que te arreglan el cuerpo y el alma!!!
Y vamos con ella, que es muy saludable, ligera, digestiva y está muy rica.
Ingredientes:
Un litro de caldo de pollo o del puchero.
Media barra de pan del día antes, aunque sería ideal pan de bollo andaluz o un buen pan de pueblo.
Dos tomate maduros grandes.
Una cebolla blanca grande.
Un pimiento verde grande, tipo italiano.
Dos dientes de ajo grandes.
Aceite de oliva virgen extra.
Una ramitas de tomillo.
Unas hojas de hierbabuena.
Sal.
Preparación:
Lavamos y troceamos los tomates, la cebolla, el pimiento y los ajos groseramente, en una cazuela ponemos un chorrito de aceite de oliva y comenzamos salteando los ajos, a continuación las cebollas y el pimiento, les damos unas vueltas y cuando estén un poquito dorados, agregamos los tomates chafandolos un poco con la espumadera, salamos y dejamos cocer hasta que se queden en el aceite.
Entonces añadimos el pan cortado en rebanadas, lo retraemos como dicen allí y agregamos el caldo y las hierbas, lo dejamos cocer hasta que estén tiernas y sin remover, tan solo moviendo la cazuela de vez en cuando para que no se peque.
Si queremos agregarle unos huevos, lo hacemos cuando todavía queda bastante caldo. Tapamos la cazuela, dejamos unos minutos, apartamos y dejamos reposar unos minutos, esta vez me quedaron muy cuajados los huevos y no me gustan tanto así.
Servimos bien caliente y con un gajo de limón, por si alguien quiere ponerle unas gotas, a mi me encanta ponerle a algunas sopas y a esta le cae muy bien. Y ya la tenemos lista para disfrutar!!!
Hay quienes remueven el pan, pero así no me gusta nada, de nada. O le ponen pimentón y comino. Pero yo la hago como toda la vida la he visto en casa de mi madre y mis abuelas, así es como más nos gusta.
Espero que os guste!!!
Bon profit..!!!
Y me la recordó hace años, cuando estuvimos en su casa del campo, mi querida prima Madala, que también cocina divinamente, desde entonces la hago más a menudo. Y es que modestia aparte, tanto mi familia catalana, como la andaluza, cocinan como los ángeles.
Además de que cada vez me apetecen más la sopas y curiosamente esta a mi marido, que no soporta las sopas con pan, le encanta. Durante estos días que estoy muy resfriada, la tomo muy a menudo, solo apetecen cosas calentitas y suaves, que no empachen. Además de que está buenísima y que reconfortantes son las sopitas en invierno, vamos que te arreglan el cuerpo y el alma!!!
Y vamos con ella, que es muy saludable, ligera, digestiva y está muy rica.
Ingredientes:
Un litro de caldo de pollo o del puchero.
Media barra de pan del día antes, aunque sería ideal pan de bollo andaluz o un buen pan de pueblo.
Dos tomate maduros grandes.
Una cebolla blanca grande.
Un pimiento verde grande, tipo italiano.
Dos dientes de ajo grandes.
Aceite de oliva virgen extra.
Una ramitas de tomillo.
Unas hojas de hierbabuena.
Sal.
Lavamos y troceamos los tomates, la cebolla, el pimiento y los ajos groseramente, en una cazuela ponemos un chorrito de aceite de oliva y comenzamos salteando los ajos, a continuación las cebollas y el pimiento, les damos unas vueltas y cuando estén un poquito dorados, agregamos los tomates chafandolos un poco con la espumadera, salamos y dejamos cocer hasta que se queden en el aceite.
Si queremos agregarle unos huevos, lo hacemos cuando todavía queda bastante caldo. Tapamos la cazuela, dejamos unos minutos, apartamos y dejamos reposar unos minutos, esta vez me quedaron muy cuajados los huevos y no me gustan tanto así.
Hay quienes remueven el pan, pero así no me gusta nada, de nada. O le ponen pimentón y comino. Pero yo la hago como toda la vida la he visto en casa de mi madre y mis abuelas, así es como más nos gusta.
Espero que os guste!!!
Bon profit..!!!
Seguro¡¡¡¡ Me apunto a hacerlas.... no les echas un poquito de comino? A mí, ya sabes, me encanta y creo que se le podría añadir un poquito, que te parece?
ResponderEliminarBsotes
Jajajajaja gracias...!!! A esta sopa no se la echo, me gusta más sin el...Pero algunos familiares si le ponen, eso va a gustos... ;)
EliminarBesitos..!!!
Hola Mina, qué pinta fabulosa, me la apunto!
ResponderEliminarConocí tu blog por la comunidad todo recetas y me quedo como seguidora.
Un abrazo.
Rosi, de mi mundo pinkcake.
Muchas gracias Rosi y bienvenida a mi cocina...!!! En un rato visito tu blog... :)
EliminarBesitos..!!!
Anda, qué casualidad!!! Yo he publicado hoy la sopa de tomate monDEÑA. Y es que estas sopas apetecen en cualquier momento. El.toque de hierbabuena le va genial.
ResponderEliminarJajajajaa Mª Ángeles, lo acabo de ver, será que nos vienen de gusto...!!! A mi es que la cocina tradicional me pierde y las sopas cada diá más y que no le falte mi hierbabuena...!!!
EliminarBesitos guapa..!!!
Que rica !!! me encantan todas las sopas y esta con el pan, los ajos, uhmmmmmm!!!! vamos para que me adoptes, como van los papeles????? jajajajajajjaja
ResponderEliminarQue ya estás adopatada hace muchooo...jajajajaja A mi es que me pasa como a mi madre, las sopas con pan, me pirran y si son estas de toda la vida ni te cuento...!!!
EliminarBesitos guapa..!!!
Yupi!!!!!!! Mami adoptiva!!!!!!
EliminarJajajajjaja que linda mi "xiquitina"...!!!
EliminarHola mestressa, estas recetas de familia es que hay que guardarlas como oro en paño, no sólo por lo buenas que son si no por lo mucho que transportan a los buenos ratos que nos han proporcionado las cocineras de la familia.
ResponderEliminarBss
Marisa
Hola guapa...Que razón tienes, ese fue uno de los motivos, de abrir mi blog, especialmente por mis hijas, ya que de momento no les gusta demasiado meterse en la cocina y los timepos ya han cambido como para escribir las recetas en una libreta, como hacía yo con las de mi madre...jajaja
EliminarBesitos y buen finde..!!!
Será de tu familia, será de Sevilla, pero a partir de ahora será de mi familia y será de La Coruña... no puedo evitarlo el tomate es mi pasión y mi perdición...Yo la preparo parecida pero sin estas hierbitas tan ricas, ricas...así que lo dicho tu sopa será mi sopa. Bss y gracias por compartir.
ResponderEliminarGracias a ti, guapa...!!! Es que hay muchas maneras de prepararla, como comenté antes, hay quién le pone un pellizquito de comino, pero como en mi casa no son muy aficionados a ese sabor, prefiero evitarlo en algunos platos y te recomiendo si tienes hierbas frescas que le pongas un poquito, le dan a la sopa un sabor fresco muy agradable...
EliminarBesitos y nanit...!!!
Hoy la hice con mi mujer y me encanto la volvere a hacer en otra ocacion
ResponderEliminarMe alegro Jaime, gracias!!! Es una sopa muy rica y completa, además de ligerita que eso también es importante.
EliminarSaludos y Feliz Año!!
Esta sopa se parece a una que hacia mi madre, le decía sopa de maimones, creo.
ResponderEliminarLa copio y la hago, que soy muy sopera.
Besos.
Gracias guapa, es que es una sopa muy andaluza. Mi madre siempre la preparaba así, que es como me gusta, pero algunas de mis tías la removían y con eso nunca he podido. De pequeña era como Mafalda, pero de mayor cada día más sopera...jejejee ;)
EliminarBesos y feliz semana!!