Este es otro plato típico y tradicional de la cocina española, concretamente de la alpujarra granadina. Aunque allí se suele preparar sin jamón, ni chorizo, o al menos antiguamente así era. Nosotros lo comimos por primera vez hace ya 28 años, en nuestro viaje de novios por Andalucía, ya que quise que mi marido conociera bien mi tierra andaluza. Y entre otras ciudades, pasamos unos días en Granada y visitamos además, Pampaneira, Capileira y Bubión, donde pasamos dos noches.
En una de las maravillosas localidades alpujarreñas tomamos este rico potaje, que a mi recién estrenado marido no le apasionó demasiado por el hinojo que era silvestre y tiene un sabor y aroma, algo más fuerte que el de cultivo. Pero por suerte con los años le ha tomado el gusto, al menos al cultivado y eso ya es mucho...jajajaa
Allí nos lo sirvieron con jamón, chorizo y tocino, creo recordar que también con morcilla, pero no estoy segura. Pero como de todos modos a nosotros la morcilla en los potajes no nos entusiasma, yo no le pongo y según me han contado se le suelen poner también garbanzos y arroz. También he leído que este plato originalmente era sin ningún tipo producto cárnico y muy típico de la cuaresma. Pero no puedo asegurarlo, y sea como sea este de hoy, es una auténtica delicia y muy completo para los días invernales.
Ingredientes para 6 comensales:
350 gr. de judías blancas de calidad.
Dos bulbos de hinojo frescos, de tamaño mediano
Una cebolla blanca grande.
Un tomate maduro hermoso.
Un tomate maduro hermoso.
Media cabeza de ajos morados.
Un pimiento verde, tipo italiano.
Dos chorizos curados de calidad.
Un trozo de tocino ibérico curado.
Un trozo de jamón serrano o ibérico.
Tres clavos de especia.
Dos hojas de laurel.
Una cucharadita de postre, de cominos molidos.
Aceite de oliva virgen extra.
Una cucharadita de postre de pimentón dulce de la vera.
Sal.
Una cucharadita de café, de bicarbonato.
Preparación:
La víspera enjuagamos y ponemos las judías en remojo, bien cubiertas de agua fría, con el bicarbonato. Pasadas esas 12 horas, tiramos ese agua, las lavamos, escurrimos y ponemos en la cazuela donde las vamos a cocinar, a la que añadiremos el jamón, el tocino y chorizos lavados, la cebolla pelada a la que hemos clavado los clavos de especia, junto con el pimiento y la media cabeza de ajos limpios y lavados.
Las cubrimos ligeramente con agua mineral y llevamos la cazuela a ebullición a fuego fuerte, cuando comience a hervir, bajamos a fuego medio bajo y asustamos con un vasito siempre de agua mineral, operación que repetiremos tres veces, mientras vamos quitando la espuma y la grasa de las carnes.
Las cubrimos ligeramente con agua mineral y llevamos la cazuela a ebullición a fuego fuerte, cuando comience a hervir, bajamos a fuego medio bajo y asustamos con un vasito siempre de agua mineral, operación que repetiremos tres veces, mientras vamos quitando la espuma y la grasa de las carnes.
Una vez bien espumada, añadimos el laurel, el comino y el tomate lavado y cortado a cuartos, tapamos y dejamos cocer a fuego bajo. Ahora lavamos y cortamos los tallos de los hinojos, deshechando las partes feas y los incorporamos a la cazuela y la sacudimos con movimientos circulares, para que se mezcle todo bien, si metemos la cuchara aunque sea de madera se rompen las judías.
Mientras se están cociendo, vigilamos que no se queden cortas de caldo, en ese caso les añadimos agua fría y dejamos que sigan cociendo. Una vez estén casi hechas las judías, incorporamos los bulbos de hinojo cortados en juliana como una cebolla, que habremos lavado muy bien, para que no tengan nada de tierra.
Mientras se están cociendo, vigilamos que no se queden cortas de caldo, en ese caso les añadimos agua fría y dejamos que sigan cociendo. Una vez estén casi hechas las judías, incorporamos los bulbos de hinojo cortados en juliana como una cebolla, que habremos lavado muy bien, para que no tengan nada de tierra.
Tapamos y dejamos acabar la cocción, meneando la cazuela como os comenté antes y vigilando el caldito. Una vez esté todo tierno, sacamos la cebolla, los ajos, el tomate y el pimiento, les quitamos los clavos y pelamos los ajos y los tomates, lo trituramos todo y devolvemos a la cazuela.
Entonces ponemos una sartén al fuego con un buen chorro de aceite de oliva, cuando esté caliente apartamos, añadimos el pimentón, removemos bien y lo vertemos en la cazuela, removemos ligeramente, probamos de sal,sazonamos de ser necesario y lo dejamos hacer chup chup 10 minutos, entonces apartamos y dejamos reposar al menos una hora o hasta el momento de servir.
Entonces ponemos una sartén al fuego con un buen chorro de aceite de oliva, cuando esté caliente apartamos, añadimos el pimentón, removemos bien y lo vertemos en la cazuela, removemos ligeramente, probamos de sal,sazonamos de ser necesario y lo dejamos hacer chup chup 10 minutos, entonces apartamos y dejamos reposar al menos una hora o hasta el momento de servir.
Servimos bien caliente, junto a un buen pan de pueblo y un acompañamiento al gusto, en nuestro caso cebolla morada picadita, aliñada con vinagre de sidra, sal y aceite de oliva, o bien con unas buenas olivas con ajo. Y ya lo tenemos listo para disfrutar!!!
Espero que os guste!!!
Bon profit, buen provecho..!!!
Tienes toda la razón las alpujarras son preciosas y este potaje tiene que estar deliciosa¡¡¡¡
ResponderEliminarMuchos besitos¡¡
Gracias guapa!!! Nosotros quedamos enamoraditos de las alpujarras, son preciosas, ver por las mañanas las nubes por debajo de ti, es una maravilla y que divinamente se come en cualquiera de sus rincones... :)
EliminarBesos y feliz finde!!
Una comarca preciosa para deleitarse con sus gentes y sus paisajes de las que yo también guardo muy buen recuerdo desde que estuve trabajando por allí, y has cocinado hoy un botón de muestra fabuloso de la rica gastronomía de la zona, me encanta y es mano se santo para tomarlo con un buen frío fuera, me encanta.
ResponderEliminarUn abrazo y que pases una muy feliz semana
Me alegra que te guste Jose Manuel!!! Como bien has dicho, es un botón de muestra, porque tanto allí, como en el resto de Andalucía y España, tenemos una gastronomía deliciosa y muy saludable. Unas veces más contundentes que otras según los rigores del invierno en cada sitio, son todas son muy saludables y nutritivas, tanto si llevan productos cárnicos, como si no, todo es cuestión de no abusar.
EliminarBesos y que tu también tengas una excelente semana!!