Roscón de Reyes con buttermilk

Tenía unas ganas tremendas de hacer un roscón de reyes casero, pero no me atrevía, lo encontraba muy difícil. Y nada más lejos de la realidad, es la mar de sencillo y sin prefermento, que es lo que más miedo me daba, y quedó super esponjoso y rico, por la buttermilk. La receta la encontré en un blog al que sigo y que me encanta, porque todas las recetas que he hecho hasta ahora, me han salido estupendas.

Se trata del blog Cocinando con Kisa, si clicáis en el enlace veréis la receta original, yo sólo la he tuneado un poquito, cambiando las cantidades de mantequilla y de manteca y utilizando zumo de naranja, en lugar de agua de azahar, no por nada, sencillamente no la encontré. Y el resultado fue genial, eso si, sale un roscón enorme, así que bien podemos hacer dos o bien dividir las cantidades, de todos modos vuela y se mantiene tranquilamente dos o tres días sin endurecerse. Pero eso si, bien tapado y en el frigorífico.

Y vamos con este riquísimo roscón.

Ingredientes:

Para la masa:

525 gr. de harina de fuerza.

200 ml. de buttermilk o suero de leche (200ml de leche tibia, el zumo de medio limón, remover y dejar reposar 10 minutos).

70 gr de mantequilla en pomada.

40 gr. de manteca de cerdo en pomada.

Un huevo.

La ralladura de media naranja y de medio limón, solo la parte con color.

25 gr. de levadura fresca de panadero ó 7 de la seca. Yo prefiero la fresca.

20 ml. de zumo de naranja ó 20 ml de agua de azahar.

40 ml. de anís dulce (Opcional).

125 gr. de azúcar glas.

4 gr. de sal.

Para adornar:

Un huevo batido para pincelar.

Azúcar remojado ligeramente en agua y anís o agua de azahar. Eso al gusto, yo le pongo muy poquita.

Unas almendras fileteadas o picadas y unas cerezas en almíbar. O si preferís fruta escarchada.

Para el relleno:
Nata montada con azúcar glas o trufa, ver receta AQUÍ.

Preparación:

Ponemos en el bol de la amasadora todos los ingredientes y amasamos 6 minutos a velocidad baja. Pasado ese tiempo, subimos la velocidad y amasamos 3 minutos más.

Sacamos la masa, que es muy pegajosa, a una superficie ligeramente enharinada y formamos una bola y la ponemos en  un recipiente ligeramente engrasado. La dejamos levar tapada en un sitio cálido y fuera de corrientes de aire, durante una hora y media. El mejor sitio es el horno apagado.

Sacamos la masa y la amasamos un poco para sacar el aire del levado. Formamos una bola con ella y le hacemos un agujero en el centro, que iremos agrandando bastante, ya que al levar se puede cerrar. 

Lo que yo hago es ponerle un bol de desayuno boca abajo, pues no cierra tanto en altura como los aros de emplatar, y queda el roscón mucho más bonito. Porque, al hornear, también leva bastante. 

Lo pintamos con cuidado de no pincharlo, con el huevo batido y lo dejamos levar durante dos horas en el mismo horno sin encender.

Transcurrido ese tiempo, ponemos con cuidado  las cerezas, las almendras y el azúcar remojado. Con el horno precalentado a 250º, lo bajamos a 180º y horneamos durante 20 a 25 minutos, o hasta que veamos que está hecho. 

Lo dejamos enfriar en una rejilla y, cuando esté frío, lo cortamos y rellenamos con nata, trufa o crema pastelera. Lo servimos bien frío ¡¡y ya lo tenemos listo para disfrutar!!

Como esta masa es muy pegajosa, os recomiendo untaros las manos con aceite, para trabajarla mejor en el momento de formar el roscón, será mucho más sencillo. Hice otros roscones con recetas encontradas por la red, pero este es el que, hasta el momento, más me ha gustado con diferencia, queda jugoso y muy esponjoso. 

Y os dejo la foto de este otro que hice con la misma receta, este pasado 2015 y que rellené con trufa. Si el otro estaba rico, ¡éste me salió todavía mejor!

¡¡Espero que os guste y Felices Reyes "Majos"!!

Bon profit!!