Calçots al horno y salsa romesco

Estamos en temporada de calçots y hay que aprovecharla, porque quién no ha comido nunca esta delicia, no sabe lo que se pierde. Los calçots son típicos de Catalunya, concretamente de Valls en la comarca del Alt Camp-Tarragona, en las que se hacen las famosas calçotades, en las que primero se sirve los calçots acompañados de la exquisita salsa romesco -aunque la salsa original es la salvitxada, que se diferencia de la otra en que ésta tiene más tomates y menos ñoras-, y los calçots son cocinados con toda su piel y sin limpiarlos, sobre llama viva de sarmientos y después se asa carne en las brasas.

Se suelen servir sobre papel de periódico o en una teja para que conserven mejor el calor, se pelan con las manos las hojas quemadas y se come el interior que está tiernecito y delicioso, mojandolo antes en la salsa romesco, para esto se utilizan una especie de baberos de papel enormes, de otro modo nos pondríamos perdidos con la salsa, lo que convierte esta comida en toda una fiesta muy divertida. En algunos sitios te facilitan también unos guantes de plástico para salvar las manos que quedan negritas.

Los calçots son una especie de cebolla dulce y deben su nombre a que durante su cultivo se les amontona tierra sobre los brotes, a este método se le llama calçar la terra/calzar la tierra y con ello se consigue que la parte blanca sea más larga, de unos 20 a 25 cm. Su temporada suele ser de invierno a comienzos de primavera, así que si tenéis oportunidad de degustarlos no dejéis de hacerlo, son una exquisitez.

Y después de esta introducción, vamos con la receta que es al horno y aunque no es lo mismo, también quedan muy ricos.

Ingredientes para tres o cuatro personas:

Dos manojos de calçots, son aproximadamente 60 unidades.

Salsa romesco abundante, ver receta AQUÍ.

Preparación:

Cortamos los bigotes/raíces de los calçots y una parte del tallo verde, les quitamos solo la primera capa, la exterior que es la más sucia de tierra, los lavamos bajo el chorro de agua fría y dejamos escurrir y secamos bien.

Mientras tanto ponemos el grill a máxima potencia y forramos una bandeja con papel de aluminio, porque dejan juguito y se va quemando en la bandeja, ya que tenemos que hacerlos en tres tandas, también podemos hacerlos sobre la parrilla y poner la bandeja debajo, pero caben menos y de todos modos tenemos que darles la vuelta.

Disponemos los calçots en la bandeja forrada sin amontonarlos y los metemos al horno, en la parte más cercana al grill. Cuando estén bien tostaditos, les damos la vuelta, dejamos que se acaben de hacer y los sacamos a una fuente, cubrimos bien con papel de aluminio o papel de periódico para que conserven el calor y se pongan más tiernitos y seguimos con el resto.

Cuando los tengamos todos, los servimos con su salsa en un mortero y que cada comensal se sirva en su plato o en recipientes individuales, ya que a veces suelen mojarlo dos veces y resulta más higiénico que compartir el mismo y ya los tenemos ¡listos para disfrutar!

¡¡Espero que os gusten!!

Bon profit!!