Coca de brioche y crema pastelera

No podía dejar pasar esta fecha sin publicar esta deliciosa y tradicional coca, que preparé ayer mismo para la verbena de Sant Joan. Nunca antes había hecho una coca de brioche y hemos quedado encantados con esta receta que encontré en un blog al que sigo y siempre me queda todo perfecto Gastronomía&Cía, si clicáis en el enlace veréis su receta.

Tan solo la he tuneado una chispita y en lugar de esencia de vainilla le he puesto algo más tradicional, anís. Además he incrementado las cantidades para hacer dos cocas y han sido un éxito total y me la han pedido más a menudo.

Las cantidades que pongo son de la receta original. No pude hacer una foto mejor de la coca entera, pues tuve que cortarla por la mitad recién salida del horno, para que se la llevara mi hija Laia ¡y yo super contenta!

Pues venga, vamos con la receta.

Ingredientes:

Para la masa madre o prefermento.

100 gr. de harina de fuerza.

100 ml. de leche tibia.

30 gr. de levadura fresca.

La prepararemos la noche antes, mezclando bien todos los ingredientes y dejándola reposar tapada, en lugar fresco y seco.

Para la coca.

350 gr. de harina de fuerza.

100 gr. de azúcar.

45 gr. de leche, yo utilicé suero de leche casero que le da una esponjosidad deliciosa. Lo podéis preparar añadiendo unas gotas de limón a la leche tibia y dejarla reposar 10 minutos.

Dos huevos medianos.

80gr. de mantequilla, en mi caso margarina vegetal.

La piel rallada de un limón.

Unas gotas de agua de azahar.

Unas gotas de anís.

Una pizca de sal. 

Crema pastelera, ver receta AQUÍ.

Para decorar, piñones ibéricos, cerezas en almíbar y azúcar.

Preparación:

Primero de todo preparamos la crema pastelera y la dejamos enfriar. A continuación, en un robot de cocina o a mano en un cuenco, ponemos el suero de leche, la sal, la ralladura de limón, el azúcar y la mantequilla a punto de pomada. Lo batimos todo bien durante 3 minutos e incorporamos los huevos, el anís y el agua de azahar, y batimos 2 minutos más.

Seguidamente, añadimos la harina tamizada y la masa madre, mezclamos con el gancho del robot o amasando a mano durante 5 minutos. La masa estará en su punto cuando se despegue de las paredes. Si fuera necesario, rectificamos de harina. Ponemos la masa en una superficie enharinada, amasamos un poco y formamos con ella una bola, la introducimos en un bol ligeramente aceitado y la dejamos reposar hasta que doble su volumen.

Pasado ese tiempo, disponemos la masa en una superficie engrasada ligeramente, le damos forma ovalada y la ponemos sobre papel sulfurizado (de hornear) y aplanamos la masa dejándola de 1´5 cm de grosor aprox. Dejamos reposar hasta que vuelva a doblar su volumen, esto podemos hacerlo en el horno precalentado y apagado a 50º.

Cuando haya levado, hacemos unos surcos en ella con un lateral de la mano, formando un enrejado y con una manga pastelera los vamos rellenando, decoramos con los piñones y las cerezas, espolvoreamos con azúcar y la metemos en el horno previamente precalentado a 180º, bajándolo entonces a 170º en mi caso. Lo dejamos unos 20 minutos, comprobando que esté cocida pinchando con un palillo. Entonces la sacamos y dejamos reposar sobre una rejilla.

Una vez fría, la metemos en el frigorífico hasta el momento de servir bien fresquita ¡y ya la tenemos lista para disfrutar!

¡¡Espero que os guste!!

Bon profit!