Pollo a la miel con salsa de soja

Dentro de los platos cocinados con miel, este es de los que más nos gusta  y muy tradicional en mi cocina. El toque asiático de la soja, le da un punto delicioso y es que ese sabor agridulce es una maravilla. Además de que es muy sencillo de preparar, con pocos ingredientes y muy agradecido y lucido en la mesa. 

En esta ocasión lo acompañé con arroz cocido y su misma guarnición de cebolla, pero si lo queremos preparar para una ocasión festiva, podemos cambiar el arroz por unas patatitas torneadas con setas y piñones u otra guarnición de nuestro gusto y quedaremos divinamente, siempre es un éxito.

Y vamos con esta sencilla y gustosa receta.

Ingredientes para tres comensales:

Tres cuartos traseros de pollo de corral.

Tres cebollas tipo figueras grandes.

Tres dientes de ajo grandes.

Medio vasito de salsa de soja.

Tres cucharadas soperas muy colmadas de miel de romero.

Una cucharada sopera de salsa Perrins.

Medio vasito de vino rancio o en su defecto mitad de vermouth y mitad de brandy o coñac.

Dos hojas de laurel.

Unas ramitas de romero fresco.

Pimienta blanca de molinillo.

Aceite de oliva virgen extra.

Sal.

Preparación:

Limpiamos bien de plumas y plumones el pollo, lo lavamos, secamos y salpimentamos. En un Cuenco grande ponemos la salsa de soja, la salsa Perrins, la miel, el vino rancio, el laurel, el tomillo y los ajos pelados y tronzados(ligeramente chafados). 

Salpimentamos, lo mezclamos todo bien e introducimos en el los cuartos de pollo, los dejaremos reposar tapados y en el frigorífico un mínimo de 3 horas, dándoles la vuelta de vez en cuando. Aunque lo mejor es dejarlo toda la noche.

Pasado ese tiempo ponemos un chorrito de aceite de oliva en una cazuela. Escurrimos bien el pollo del su maceración que reservaremos y procedemos a dorarlo a fuego medio, cuando haya tomado un bonito color por ambas caras, lo sacamos y reservamos.

Pelamos y cortamos en juliana las cebollas y las añadimos a la cazuela, las doramos a fuego lento y mientras tanto sacamos del marinado las hojas de laurel y el romero, trituramos el resto y reservamos. Cuando la cebolla ya esté bien pochadita y un poquito dorada, incorporamos de nuevo el pollo, las hojas de laurel y lo mojamos todo con el jugo reservado.

Lo dejamos cocer tapado y a fuego medio bajo hasta que el pollo esté tierno, una media hora aproximadamente. Para asegurarnos lo pinchamos y comprobamos que el cuchillo se hunde con facilidad en la carne, entonces apartamos y dejamos reposar. 

Servimos bien caliente, junto a una guarnición de nuestro gusto, un buen pan blanco y ya lo tenemos listo para disfrutar!!!

Este es otro de esos platos que siempre están mejor preparados en la víspera, después solo calentarlos a fuego bajo, hacer la guarnición y servir. También podemos utilizar pato, pero entonces la cocción será algo más larga y sería conveniente ponerle algo más de caldo o agua.

Espero que os guste!!!

Bon profit..!!!