Hoy regresamos a la cocina tradicional, la del día a día, con una de esas recetas de toda la vida que en mi casa es todo un clásico. Conejo a lo pobre, pero no me preguntéis por tiene ese nombre, ya que no es cosa mía, es una receta muy antigua y así la he conocido siempre. Aunque supongo que se le llamó así, porque lleva muy pocos ingredientes y son económicos, de los que todo el mundo tiene en la despensa, además de que hace muchos años los conejos eran solo de caza, o de crianza propia y de gente humilde.
Sea como sea es una delicia de plato y si tenéis la suerte de encontrar conejos de caza, no dudéis en comprarlos, pues su sabor es insuperable, aunque los tiempos de cocción son algo diferentes, a no ser que sean piezas muy jóvenes. Aún así nada que ver la ternura que tienen los de granja, como es este caso.
La carne de conejo es muy saludable, es muy blanca y prácticamente no tiene nada de grasa, por lo que es ideal para dietas. Aunque si llevan una deliciosa salsita como en este caso, hemos de ir con cuidado de no abusar mojando pan, aunque el plato lo requiere y pide a gritos, pero el que avisa no es traidor...jajaja.
Ingredientes para 4 comensales.
Un conejo tierno y grandecito, cortado a trozos no muy pequeños.
Media cabeza de ajos.
Unas ramitas de perejil.
Una cucharada sopera rasa, de orégano.
Una rama de canela.
Dos hojas de laurel.
Aceite de oliva virgen extra.
Un vaso de vino blanco seco, tipo manzanilla.
El zumo de un limón mediano.
Un vaso grande de agua.
Pimienta de molinillo.
Sal.
Harina para rebozar el conejo.
Preparación:
Lavamos el conejo, los secamos bien y salpimentamos. En una sartén amplia ponemos un buen chorro de aceite de oliva, pasamos los trozos de conejo por harina, sacudimos el exceso y los vamos friendo por tandas a fuego bajo. Cuando tengan un color doradito, los vamos sacando a un plato o fuente hasta que los tengamos todos y reservamos.
Colamos el aceite sobrante sobre una cazuela amplia y doramos muy ligeramente los ajos que habremos pelado y cortado groseramente. Incorporamos el conejo reservado, junto con el laurel, el perejil y la rama de canela, lo espolvoreamos todo con el orégano y bañamos con el vino.
Cuando se haya evaporado el alcohol, agregamos el zumo de limón y el agua, tapamos y dejamos cocer tapado a fuego lento, hasta que la carne al pincharla esté tierna, una media hora. Entonces destapamos y dejamos reducir la salsa, cuando se haya quedado en la mitad, espolvoreamos con perejil picadito y dejamos reposar un par de horas.
Servimos bien caliente, rociado con su salsa, acompañamos de una guarnición de nuestro gusto, en nuestro caso con unas patatas fritas caseras, un buen pan blanco, ya que la salsita lo requiere. Y ya lo tenemos listo para disfrutar!!!
Como veis más sencilla y rápida no puede ser y con muy pocos ingredientes que siempre tenemos a mano, conseguimos un plato delicioso. Y como siempre os comento, este tipo de guisos si están reposados, son todavía más ricos.
Espero que os guste!!!
Bon profit, buen provecho..!!!
" A lo pobre " será el nombre de la receta, pero viendo el plato ¡en absoluto es pobre! ¡tiene una pinta espectacular! Digamos que es más bien ¡humilde! ja ja ja Porque no lleva ingredientes con nombres extraños ni precios desorbitados y queda una comida de auténtico lujo
ResponderEliminar¡Besos mil!
Jajajaaa debe ser eso, teniendo en cuenta que es una receta antigua, aunque actualmente con la crisis, viene también divinamente y te aseguro que queda de delicioso. Muchas veces los platos más sencillos son los que quedan más gustosos.
EliminarBesotes y gracias, guapa!!!
Tiene un aspecto fabuloso y vaya rico. Un abrazo, Clara
ResponderEliminarGracias guapa!!! Es super simple, pero está riquísimo. En la sencillez está el gusto, o eso dicen... ;) :)
EliminarBesos!!
Menudo platazo has preparado......de pobre nada de nada pues no le falta ni le sobra ningún ingrediente......Fantástica¡¡¡
ResponderEliminarBesitos¡¡
Gracias guapa!!! Lo del nombre no es culpa mía que conste...jajajaa En serio, es una receta antigua, que he conocido desde siempre con ese nombre, no se de sus orígenes, pero está de rico que te mueres. Y la suelo preparar más en verano, porque hasta fría está rica, rica...
EliminarBesos y buenas noches!!
Milia, ya sabes que me gusta comer a lo pobre, es como mejor se come. En la época de mi abuela, según ella contaba , al menos en Huelva, cuando había bacalao con papas, o con garbanzos, se decía que era de pobres, hasta la gente lo ocultaba. Y ahora es comida de ricos, al precio que está , ya me dirás, además se ha convertido en todo un manjar. Lo mismo ocurre con este conejo tan bien guisado, con el que yo será feliz. la salsa ni mirarla quiero, jajaja!! Un beso preciosa
ResponderEliminarJajaja,Mina perdona , he puesto Milia. No se puede ir con prisas!!!
EliminarJajajajaa no pasa nada mujer, son lapsus que todas tenemos!!! A mi también me encanta la mal llamada cocina de pobres y que razón tenía tu abuela, mis abuelas y mi madre decían lo mismo, plato de pobres el bacalao y el besugooo... y fijate ahora la precio que van los dos. Que quieres que te diga, si tu lo sabes igual que yo, como estos platos tradicionales no hay nada mejor, sencillos hasta decir basta y sabrosos a más no poder. Y la salsa mejor no mirarla, porque yo que soy una aficionada a mojar y rebañar el plato, puesss...jajajaa, en fin que mejor placer que disfrutar en la mesa.
EliminarBesotes y gracias, guapa!!
Hola Mina; el conejo es uno de esos manjares exquisitos que encima no tienen nada de grasa. Tal como lo has preparado me ha gustado mucho. Tomo nota para la próxima vez que lo cocine. Un beso.
ResponderEliminarHola guapa y gracias!!! A mi me encanta el conejo, es suave, sabroso y muy ligero. Suelo prepararlo muy a menudo, pero no tanto como quisiera, pues mi marido le tiene manía desde que sus abuelos los criaban, aunque cuando lo hago le encanta y repite, pero a la hora de comprarlo siempre pone pegas, hombres...jajajaa ;)
EliminarBesos y feliz finde!!
Hola Mina. Allá en Granada hay también unas patatas que son a lo pobre jj pero están deliciosas. Las hago a menudo. Lo que no he hecho ha sido el conejo y es que apenas lo he probado, cuando íbamos al pueblo de mi padre supongo que lo comería aunque no lo recuerdo pero ahora como te digo apenas lo he probado, prefiero el pollo jj. En esto creo que me parezco a tu marido jj. ¡Que se va a hacer! y no es por la comparación, es por el conejo jj.
ResponderEliminarPero te aseguro que si me das la opción de probarlo, cosa que dudo porque ya no quedarán ni restos, puedo decirte que iba a dejar el plato como una patena porque con esa salsa y sus patatas el plato es un vicio y además de los gordos jj. De rechupete.
Que tengas un estupendo fin de semana. Por aquí, de nuevo, lloviendo.
Un abrazo.
Jajajajaa Juan, mira que eres salado!!! A mi marido no le entusiasma comer carne de conejo porque sus abuelos los criaban y le cogió manía, pero aún así le encanta cuando lo cocino. Yo soy hija de cazador y estoy acostumbrada a la buena carne de caza, a limpiarla y prepararla, pero aquí es muy complicado encontrarla y hasta hace pocos años no he cocinado conejos de granja y es que el sabor y la textura no tienen nada que ver, pero poco a poco les he tomado el gusto y aunque no es lo mismo, está bien.
EliminarY te aseguro que si catas mis recetas, te da igual que sean con pollo o conejo, como a mi jefe, repetirás y mojarás en la salsita que está tremenda, como el...jajajajaa ;)
Que tu también tengas un estupendo finde!!! Aquí sigue lloviendo y ahora bastante fuerte, el clima está loco.
Besos y gracias!!