Pollo en salsa de ajos con rovellons

Esta es una de esas recetas que surgen por casualidad y llegan a convertirse en todo un clásico de nuestra mesa. Fue un día en que me quedé sin unos de los ingredientes, y no me apetecía volver a hacer pollo al ajillo, ya pocos días antes lo habíamos comido y no era cuestión de volver a cocinar lo mismo.

Me venía de gusto una salsita suave y sabrosa, para mojar pan...jejejee Así que buscando en la despensa, vi unos tarros de rovellons y plasss lo tuve claro.

Nos gustó tanto a todos y fue tal el éxito que es uno de los platos que hago más a menudo, especialmente en temporada de setas, por su sencillez, su sabor y aroma a bosque tan delicioso.

Con esta receta participo en el Reto de Agosto de Cocineros del Mundo, en el apartado  salado.

Es muy sencilla y de verdad que vale la pena hacerla. Vamos con ella.

Ingredientes:

Diez jamoncitos de pollo.
Dos tarros de rovellons, equivale a unos 800 grs. netos.

Una cabeza de ajos.

Una cebolleta pequeña.

Unas hojas de laurel.

Pimienta negra de molinillo.

Nuez moscada.

Una cucharada sopera de piñones ibéricos.

Aceite de oliva virgen extra.

Un vaso de agua de vino tipo manzanilla o uno muy seco.

Sal.

Preparación:

Limpiamos, lavamos y secamos los jamoncitos. Los salpimentamos y ponemos a dorar en una cazuela amplia, con un buen chorro de aceite. Mientras se van dorando pelamos y cortamos groseramente los ajos, los agregamos a la cazuela, junto con las hojas de laurel y una ralladura generosa de nuez moscada y lo sofreímos todo a fuego medio-bajo unos minutos, dándoles la vuelta y removiendo de vez en cuando.

A continuación pelamos y picamos la cebolla, la añadimos a la cazuela y salpimentamos todo. Dejamos solo unos minutos y agregamos el vino. Cuando se haya evaporado a la mitad echamos el agua hasta casi cubrir y dejamos cocer tapado a fuego medio, hasta que la carne esté tierna.

Mientras tanto enjuagamos, escurrimos y cortamos las setas en trozos grandecitos, reservando unas cuantas enteras para decorar el plato.

Cuando el pollo esté hecho lo sacamos a una fuente y reservamos. Añadimos los piñones a cazuela y trituramos directamente la salsa, entonces agregamos las setas y las dejamos hacer chup chup unos minutos y de paso reducimos la salsa si ha quedado muy líquida. 

También podemos ligarla con una cucharadita de harina de maíz disuelta en un poco de agua fría, aunque no suele ser necesario.

Ahora agregamos el pollo, removemos y lo dejamos unos minuto más a fuego muy bajo, apagamos y dejamos reposar tapado hasta el momento de servir bien caliente, acompañado de arroz cocido o la guarnición que nos apetezca. En temporada suelo hacer unas alcachofas fritas que le van fenomenal. Y ya lo tenemos listo para disfrutar!!!

Este es uno de esos platos que suelen estar mejor de un día para otro, al mezclarse todos los sabores y aromas.

Espero que os guste!!!

Bon profit..!!!