Los riñones, como casi toda la casquería, son algo que o no puedes ni ver o te encantan y este es mi caso, me vuelven loquita. Siempre que los veo en una carta o de tapas los pido, bajo el riesgo de que atufen y no se puedan comer, que alguna vez me ha pasado, aunque por suerte han sido las menos.
Siempre los limpio igual, pero ahora en lugar de dejarlos en remojo con zumo de limón o vinagre, para quitarles el olor, los pongo en leche. Quizás mucho de vosotros ya lo sepáis a otros puede ser que os sorprenda. Pues la leche es mano de santo, este "truco" se lo dijo un cocinero de Sanlucar de Barrameda a una prima mía, que también es muy aficionada a la cocina y le encantan los riñones.
Y yo desde que lo comprobé, ya no utilizo otra manera. Esta receta es muy sencilla, la encontré hace años en un libro de cocina catalán, (que aún conservo, pero está descuajaringado por mis nenas cuando eran pequeñitas) y me gusto tanto, que ya siempre los cocino así.
Venga a por esta exqusita receta.
Ingredientes:
Y yo desde que lo comprobé, ya no utilizo otra manera. Esta receta es muy sencilla, la encontré hace años en un libro de cocina catalán, (que aún conservo, pero está descuajaringado por mis nenas cuando eran pequeñitas) y me gusto tanto, que ya siempre los cocino así.
Venga a por esta exqusita receta.
Ingredientes:
Medio kilo de riñones de cerdo.
Media cabeza de ajos.
Una rama generosa de perejil.
Un vasito de jerez seco.
Aceite de virgen extra.
Leche para el remojo.
Sal.
Preparación:
Una vez bien limpios de las posibles telillas y grasa que puedan tener, los cortamos en rodajas no muy finas, los lavamos bien y los dejamos en remojo cubiertos de leche, durante un mínimo de media hora, yo los dejo 45 minutos aprox. En verano mejor meterlos en el frigorífico.
Pasado ese tiempo escurrimos, lavamos bien con agua fría y los dejamos otros 15 minutos sumergidos en agua fría. Escurrimos, secamos un poco y los ponemos en una sartén con una chispita de aceite, cuando comience a soltar mucho líquido, lo tiramos, escurrimos bien y ya podemos prepararlos.
Ponemos un chorro de aceite de oliva en una cazuela y salteamos los riñones durante unos 10 minutos a fuego medio bajo, mientras tanto majamos en el mortero los ajos pelados en el mortero, junto al perejil y un poco de sal, los vertemos en la cazuela y los dejamos 10 minutos más, removiendo de vez en cuando. Por último añadimos el vino y un vaso de agua y los dejamos cocer a fuego bajo y tapados unos 10 ó 15 minutos más o a vuestro gusto. Ha de quedar una salsa oscura y espesita, muy gustosa, sin necesidad de harinas.
Servimos bien calientes junto a un buen pan blanco y ya los tenemos listos para disfrutar!!!
Servimos bien calientes junto a un buen pan blanco y ya los tenemos listos para disfrutar!!!
Espero que os guste!!!
Bon profit..!!!
Aaaais pues yo soy del grupo que me disgustan completamente jeje Pero bueno, eso no quita que te haya quedado cona una pinta deliciosa! Un beso
ResponderEliminarJajajajaja que raro...Mi marido los odia...!!! Creo que a la mayor parte de la gente les disgusta y no deja de ser curioso, ya que era un plato muy popular hace años y no solía faltar en bares y tascas...
EliminarBesitos
Te he visto en mi Bloguico y he venido a conocerte....ay que ricuras tienes en la cocina!!!!
ResponderEliminarMe estoy quedando muerta del gusto tan bueno que tienes cocinando, éstos riñones hace muchos años que no los como, los cocinaba mi abuela y me volvían loca.
Me levo la receta.
ESpero verte más a menudo por mi blog, yo seguiré visiandote a ver con que nos sorprendes... besos!!!
Gracias guapa, lo mismo te digo...!!! A mi los riñones me encantan, creo que esta semana los vuelvo a hacer...jejejejeje
EliminarBesitos...!!!
Descuajarringado...me encanta esa palabra!! En mi casa se utiliza mucho!!..nunca los he limpiado con leche, tengo una bandeja en la nevera y la haré así como dices...yo voy a disfrutar, me encantaaaaaa!!!
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