Esta tarta me llamó la atención cuando la vi por primera vez, pero nunca dije de hacerla por lo de la Coca-cola, a la que no soy muy aficionada. Pero al llevar chocolate, verla tan jugosa, me decidí a prepararla para el cumple de mi hija peque, y qué acierto, queda fenomenal y ¡¡fue todo un éxito!!
Tan solo he cambiado unas pocas cositas, para hacerla a mi gusto y sobre todo al de la cumpleañera y sigue estando ¡tan deliciosa! Pero ésta lleva relleno a petición de ella. ¡¡Os animo a que la hagáis!!
Y, lo sé, lo sé, todavía no sé montar bien las tartas y que queden inmaculadas. Pero ¡prometo mejorar!
¡¡¡Vamos con la receta!!!
Ingredientes:
200 grs. de harina.
50 grs. de harina de maíz, tipo maizena.
300 grs de azúcar glasé o normal, al gusto.
40 grs. de cacao puro en polvo.
Una cucharadita de bicarbonato.
250 grs. de mantequilla sin sal.
250 ml. de Coca-Cola.
125 ml.de leche.
Dos huevos ligeramente batidos.
Una cucharadita de cardamomo molido.
Frutos del bosque.
Caramelitos de colores.
Ingredientes y preparación del relleno, ver AQUÍ .
Ingredientes y preparación para la cobertura, los mismos que los de la tarta Selva negra, ver AQUÍ, pero sin ron. Y, por supuesto, con Coca-cola.
Preparación:
Ponemos la harina en un bol, con el cacao en polvo, la levadura y .removemos. En otro batimos los huevos y el azúcar. En un cazo, ponemos la mantequilla a fuego bajo y, antes de que hierva, agregamos la Coca-cola, removemos y añadimos la leche, damos unas vueltas, apartamos y dejamos entibiar.
Ahora, mezclamos los huevos batidos en el bol de la harina, poco a poco y removiendo. Batimos con la batidora de barillas a velocidad baja, no han de quedar grumos, y reservamos. A continuación, precalentamos el horno a unos 180º. Forramos un molde desmontable de unos 24 cms. con papel de horno, engrasamos y vertemos la masa. No os preocupéis si parece líquida, es así.
Horneamos unos 30 minutos o hasta que si pinchamos un palillo de madera, este salga limpio. Una vez esté lista, la dejamos reposar en el horno apagado y con la puerta abierta. Al cabo de unos minutos sacamos y dejamos reposar.
Procedemos a su montaje al igual que la tarta Selva Negra, pero esta vez, con frutos del bosque y caramelitos de colores. Una vez acabada, guardamos tapada en el frigorífico hasta el momento de servir. Al llevar mucha mantequilla y cobertura, no se reseca ni pierde el brillo. Servimos bien fresquita ¡¡y a disfrutar!!
¡¡¡Espero que os guste!!!
Bon profit!!!
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