Conejo a la cazuela al estilo de la yaya Carmeta

Me apetecía muchísimo compartir esta receta, ya que es un plato típico catalán, que hoy mismo hemos comido en casa, ya que por tradición familiar, es un plato muy festivo y uno de los clásicos de la yaya Carmeta, que como supongo sabréis, quienes me seguís es la abuela de mi marido y que la quiero y admiro un montón, y cocina como los ángeles!!! 

Ella es originaria del Alto Ampurdán, así que tiene la cocina de allí que es buenísima, más la de su suegra que era barcelonesa y que tengo entendido que cocinaba divinamente también.

Por lo visto este plato se cocinaba con hojas de col rizada y se hacían paquetitos, pero en casa de mis suegros, siempre lo han hecho con coles de Bruselas y patatas al ajillo y os puedo asegurar que está exquisito. 

Normalmente se hace cuando llega el frío, que es la temporada de estas coles, pero ayer todas las que encontré eran muy grandes y no es lo mismo porque a veces amargan, así que compré de las congeladas, porque lo bueno es su dulzor.

Y por cierto, de nuevo me han felicitado en casa...jajajaja Y es que es uno de nuestros platos de conejo favoritos!!!

Y sin más dilación, vamos con esta sencilla, aunque entretenida receta.

Ingredientes:

Un conejo grande, cortado a trozos no muy pequeños.

Una cebolla blanca gorda.

Dos dientes de ajo.

Un tomate pequeño.

Medio litro de caldo de verduras o de pollo.

Un vasito de vino blanco seco.

Medio vasito de coñac.

Una hoja de laurel.

Unas ramitas de romero y de tomillo frescos.

Aceite de oliva virgen extra.

Pimienta de molinillo.
Un pellizquito de canela molida.

Un puñadito de piñones y otro de avellanas, tostados.

Harina.

Nuez moscada.

Sal.

Para la guarnición:

Un kilo de coles de Bruselas frescas o 700 grs de congeladas.

Dos patatas grandes.

Un diente de ajo.

Aceite de oliva virgen, para freír.

Harina.

Sal.

Preparación:

Primero de todo vamos a limpiar bien las coles de Bruselas, en el caso de ser frescas, les cortamos el tallo a ras y quitamos todas las hojas feas. Ponemos al fuego, una olla con abundante agua y un puñadito de sal, cuando hierba añadimos las coles, las cocemos hasta que estén tiernas, pero enteritas, ya que después las freiremos. Escurrimos y dejamos enfriar.

Ahora lavamos y escurrimos bien el conejo, lo salpimentamos, enharinamos y vamos dorando por tandas, en una sartén, con un chorro de aceite de oliva, al mismo tiempo ponemos a dorar el tomate, lavado, seco y entero, lo dejamos hasta que esté dorado por todas partes, sacamos y reservamos. Una vez dorada la carne, la vamos sacando a una cazuela grande, para que no se amontone.

En el mismo aceite sofreímos la cebolla y los ajos cortados groseramente, salpimentamos y cuando hayan tomado un color tostadito, echamos el vino, dejamos evaporar y lo vertemos todo en la cazuela, añadimos el coñac y flambeamos, teniendo la precaución de haber apagado antes el extractor. A continuación añadimos el caldo, el laurel, el resto de las hierbas y una rayadura de nuez moscada. Medio tapamos y dejamos cocer a fuego lento hasta que esté tierno.

Mientras tanto hacemos la picada con las avellanas, los piñones y el tomate al que le habremos quitado la piel y el cascabullo y reservamos. Está vez no lleva un ajo crudo, porque lo llevarán las patatas.

Cuando esté tierno el conejo, lo sacamos con cuidado de no romperlo a una fuente y reservamos al calor, trituramos la salsa y la ponemos en la cazuela de nuevo, junto con la picada, mezclamos bien y añadimos el conejo, movemos con movimientos circulares y lo dejamos a fuego muy bajo.

Ahora vamos a pelar y cortar las patatas lavadas a taquitos pequeños, las freímos en abundante aceite de oliva y las sacamos bien escurridas a un cuenco grande, les ponemos al sal y el ajo trinchado con el prensa ajos, mezclamos bien y las añadimos a la cazuela. 

Enharinamos las coles, las freímos en el mismo aceite hasta que tengan un bonito color dorado y las agregamos también. Movemos la cazuela suavemente, para que se impregne todo bien y lo dejamos hacer chup chup un par de minutos.

Servimos bien caliente y acompañado de una buena hogaza de pan, porque es otro plato de toma pan y moja y ya lo tenemos listo para disfrutar!!!

Si queremos, podemos cocinar el conejo un día antes, que es lo que suelo hacer yo a veces. Y en el último momento hacer la guarnición, de ese modo resulta menos entretenido y la salsita queda divina.

Espero que os guste!!!

Bon profit..!!!