Una receta sencilla y tradicional donde las haya, especialmente en mi familia. Pues como ya os he comentado algunas veces, en casa de mis padres se acostumbraba a comer mucha caza y mi madre la cocinaba divinamente. Yo no lo he preparado con conejo de monte, pues por mi zona no conozco a ningún cazador y de todos modos, si me los vendieran sin desollar ufff ya no sería capaz de hacerlo, pues perdido la costumbre.
Esta receta que os traigo hoy, es tal como lo preparaba mi madre y está absolutamente exquisito, os lo aseguro, aunque no he quedado demasiado contenta con las fotos que no le hacen justicia y es que las prisas no son buenas y tenía a los comensales esperando y desesperando jajajaa. En esta ocasión lo he acompañado con una guarnición de chips de alcachofas, aprovechando que seguimos en temporada y le van divinamente.
Ingredientes para 4 comensales:
Un conejo de aprox. 1.200 gr. cortado en trozos no muy pequeños.
Dos zanahorias grandes.
Una cebolla hermosa.
Tres dientes de ajo.
Un pimiento verde grande, tipo italiano.
Dos tomates maduros hermosos.
Un vasito de vino blanco seco.
Una copa de brandy o coñac.
Dos hojas de laurel.
Unas ramitas de tomillo y de romero frescos.
Pimienta negra de molinillo.
Un par de ralladuras de nuez moscada.
Aceite de oliva virgen extra.
*Opcional una pastilla de caldo concentrado de carne. Si el conejo es de campo no es necesario, ya tiene suficiente sabor.
Sal.
Preparación:
Lavamos y secamos bien el conejo, ponemos en una fuente o táper amplio. Pelamos y troceamos la cebolla, las zanahorias y los ajos, lavamos y troceamos el pimiento, todo gruesecito y los agregamos al táper, junto con la hierbas y el vino. Tapamos y lo dejamos macerar removiendo un par de veces, un mínimo de una hora o mejor de la víspera.
Pasado ese tiempo escurrimos la carne y la salpimentamos, reservando
todo lo demás junto con el jugo. En una cazuela amplia ponemos un
chorretón de aceite de oliva y vamos dorando el conejo a fuego medio
bajo, cuando haya tomado un bonito color dorado añadimos las verduras
escurridas, las sofreímos hasta que estén un poco doradas y agregamos el
tomate lavado y cortado en trozos grandes y las hierbas, removemos con cuidado y dejamos sofreír hasta que haya perdido todo el líquido.
Ahora añadimos el jugo del adobo y el
brandy, lo dejamos evaporar unos minutos, incorporamos la nuez moscada y
un vaso de agua, tapamos y dejamos cocer a fuego lento hasta que la
carne esté tierna. Entonces, destapamos y dejamos que se quede en la
salsita. Lo dejamos reposar tapado hasta el momento de servir en que le
daremos un golpe de calor.
Servimos bien caliente, junto con una guarnición de nuestro gusto, un buen pan blanco y ya lo tenemos listo para disfrutar!!!
En
mi caso han sido las alcachofas chips, pero podrían ser una berenjenas
fritas, o unas patatas fritas, etc. Y si lo preparáis la víspera estará
todavía más rico, a este tipo de guisos les gusta el reposo. además de
que son ideales para llevar en un táper.
Espero que os guste!!!
Bon profit..!!!
Niña, no te queda otra que invitarme a comer, que yo en casa no puedo cocinar conejo, que me echan de casa, solo me gusta a mi. Bufff que ganas..que rico!!
ResponderEliminarUn besote y ya me diras a que hora vengo!! jejejejejeje
Ettore
Jajajajajaa pobreteee, tu ven cuando quieras!!! En casa nos encanta el conejo, especialmente a mi hija Anna y a mi, pero el jefe también se lo come bien a gusto, menos malll...jajajaa No quiero ni pensar en tener que cocinarlo solo para mi!!!
EliminarBesotes y gracias!!!!
me encanta el conejo, y así guisadito mucho más
ResponderEliminarMe alegro!!! A mi me encanta y las recetas tradicionales ni te cuento.
EliminarBesos y gracias, guapa!!!
Que bueno, hay que conservar esas recetas que nos vienen de tradición, suelen, bueno, son las mejores.
ResponderEliminarBss
Gracias guapa!!! Me encantan las recetas tradicionales, sean de donde sean. Ese fue el principal motivo de este blog, preservarlas y recordarlas.
EliminarBesos!!!!