Pastela moruna

Posiblemente no es la pastela más bonita del mundo, pero modestia aparte, es de las más ricas que hemos comido, muy parecida en su textura y sabor a la auténtica pastela marroquí. He preparado otras recetas, pero nada que ver, así  que probando una y otra vez, di con ese sabor tan delicioso y característico que nos encantó cuando la comimos en Marrakech.

La pastela es un plato muy festivo, tengo entendido que de grandes fiestas, supongo que por el trabajo que lleva, ya que primero se prepara un rustido, al igual que nuestros famosos canelones catalanes. La auténtica suele llevar pichón o perdiz, pero también admite pollo. 

Yo la suelo hacer con restos de pollo asado del que también guardo el jugo y después añado los demás ingredientes. Os aseguro que es una auténtica delicia, super suave y gustosa, tanto que hasta a mi marido que no es nada amante de algunas especias como la canela, le encanta este plato. Y es que el contraste de sabores y texturas, es una maravilla.

Y sin más preámbulos vamos con la receta.


Ingredientes para 4 ó 6 personas:

Medio pollo asado, limpio de pieles y deshuesado. Ver receta AQUÍ.

El jugo del asado, aproximadamente 150 ml.

Seis láminas de pasta brik o filo.

Cuatro huevos.

Aproximadamente 150 gr. de almendras trituradas en trozos grandecitos o laminadas.

Una cebolla blanca hermosa.

Una cucharada sopera y rasa de Ras el Hanout, a poder ser casero. 

Una cucharadita de postre y colmada de jengibre fresco rallado.

Una pizca de comino molido.

Una pizca de canela molida.

Una cucharada sopera colmada de azúcar moreno.

Un puñadito de pasas de Corinto, (lo que cabe en la palma de la mano).
Medio vasito de agua de Azahar y otro medio de agua de rosas. 
Margarina o mantequilla fundida.

Para decorar, azúcar glas y canela molida.

Preparación:

Colamos el jugo del asado y ponemos una pequeña cantidad en una sartén amplia, freímos en el las almendras y reservamos. En la misma sartén ponemos el resto del jugo y pochamos la cebolla picadita. Mientras tanto desmenuzamos el pollo con las manos o ayudándonos con unas tijeras y reservamos.

Cuando la cebolla esté bien pochada añadimos el jengibre, las especias, el azúcar moreno, las pasas, el agua de azahar y el de rosas, mezclamos y dejamos cocer tapado a fuego lento y removiendo de vez en cuando. Pasados unos 15 minutos destapamos y dejamos reducir, apartamos. Batimos los huevos, los mezclamos con la salsa ya tibia y reservamos.

Mientras tanto extendemos las hojas de masa y las untamos con la margarina, ponemos tres de ellas cubriendo el fondo y los laterales de un molde desmontable, dejando fuera una buena parte para cubrir después, a continuación montamos nuestra pastela por capas. En la primera ponemos las almendras fritas, seguidamente el pollo y por último los huevos batidos con la salsa.

Cerramos la pastela con el resto de las láminas, la untamos con un poco de margarina y la introducimos en la parte baja del horno previamente precalentado a 220º, bajando entonces la temperatura a 180º. Una vez doradita, la sacamos y dejamos entibiar unos minutos.

Seguidamente la espolvoreamos con azúcar glas y canela molida, la desmoldamos y servimos caliente, junto a una ensalada verde, en nuestro caso de escarola, su frescura y ligero amargor le va divinamente y ya la tenemos lista para disfrutar!!!

Espero que os guste!!!
Bon profit..!!!