Me encanta el curry, especialmente el de Madrás del sudeste de la India, es ligeramente picante {claro que todo depende de la cantidad que pongamos} y muy aromático. Cuando se cocina con el, la casa se llena la casa de aromas que te transportan a ese país y a su rica y especiada gastronomía, que cada vez me gusta más.
En esta ocasión lo he utilizado de nuevo en polvo, ya que es mucho más fácil de encontrar que en pasta que según he leído es el genuino, pero en mi zona es casi imposible encontrarlo. Lo mismo si un día encuentro todos los ingredientes, me "atrevo a preparalo", complicado no creo que sea, pero de momento me voy a conformar con este que también da muy buen resultado.
Ingredientes para 4 ó 6 comensales:
Medio kilo de carne picada de vacuno.
Un bote de tomate triturado de calidad, aprox. 800 gr.
Dos rebanadas de pan de molde sin corteza o miga de pan de pueblo.
Un vaso de leche sin lactosa o leche de soja, para remojar el pan.
Un huevo mediano.
Una cebolla blanca grande.
Un pimiento verde mediano, tipo italiano.
Dos dientes de ajo.
Unas ramitas de perejil
Una cucharada sopera de orégano.
Unas ramitas de tomillo clásico y limonero.
Pimienta blanca molida.
Una cucharadita de postre y media más, de curry de Madrás.
Aceite de oliva virgen extra.
Azúcar.
Sal.
Preparación:
Ponemos la carne en un cuenco amplio, la salpimentamos y le añadimos la miga de pan remojado en leche y escurrido, un ajo picadito con el perejil y media cucharadita de curry, lo amasamos todo bien con las manos muy limpias y dejamos reposar tapado y en el frigorífico al menos media hora.
Mientras tanto en una cazuela amplia ponemos un chorrito de aceite de oliva y pochamos la cebolla picada, junto al otro ajo y el pimiento verde. Una vez bien pochado le añadimos el tomate, una cucharada sopera de azúcar y salpimentamos lo dejamos cocer a fuego medio bajo, cuando comience a hervir incorporamos el resto del curry, mezclamos bien y añadimos el orégano y el tomillo. Lo dejamos cocer medio tapado y a fuego lento durante 15 ó 20 minutos.
Ahora vamos a formar las albóndigas, las pasamos por harina y las vamos dorando ligeramente y por tandas en una sartén amplia con un chorrito de aceite de oliva, les vamos dando vueltas y sacando a un plato con papel de cocina para que suelten el aceite, así hasta acabar con todas. Entonces las echamos a la cazuela de la salsa con cuidado de no romperlas y las dejamos cocer medio tapadas y a fuego medio bajo durante 30 minutos.
Cuando ya estén tiernas las albóndigas, las sacamos a una fuente y las reservamos al calor, probamos la salsa de acidez y de sal y corregimos de ser necesario, la pasamos por el chino, incorporamos las albóndigas, tapamos y las dejamos reposar hasta el momento de servir.
Servimos bien calientes con un poquito de la salsa, en esta ocasión las serví como aperitivo o tapa, como lo queramos llamar, las podemos acompañar con unos cuencos de arroz cocido, un buen pan y ya las tenemos listas para disfrutar!!!
Espero que os guste!!!
Bon profit, buen provecho..!!!
Buenos días Mina, deliciosas con ese toque justo de curry que le aporta un sabor extraordinario y con una presentación esmerada, ¡me encanta el conjunto!
ResponderEliminarUn abrazo y te deseo un magnífico fin de semana.
Gracias Jose Manuel, me alegra que te agrade la presentación y la receta!!! Por mi, le pondría un poquitín más de curry, pero como el curry de Madrás es un chic picante, no todos lo toleran bien. Así que con esa cantidad todos contentos...jejeje
EliminarBesos y feliz finde!!
Buf, que buena pinta tienen. Ese toque del curry es insuperable 😊
ResponderEliminarGracias guapa!!! Estas albóndigas las pones como tapeo y vuelan, el puntito picante es una delicia.
EliminarBesos y feliz finde!!
La verdad que no se que me gusta más ,si las albóndigas o la presentación tan bonita
ResponderEliminarMuchos besitos¡¡¡
Gracias guapa!!! Las albóndigas están muy ricas, y la presentación pues...hay días que una está más inspirada que otros...jajajaa ;)
EliminarBesos y feliz finde!!