Albóndigas griegas en salsa de limón

Hoy nos vamos a Grecia, con uno de los muchos platos que me encantan de su cocina tradicional, las albóndigas en salsa de limón, que son una auténtica exquisitez. Como hay muchísimas versiones, tanto con cordero, como con ternera, en esta ocasión me he decantado por lo segundo que es como más nos gusta, aunque también subiré otra con cordero y arroz, pero con una salsa muy diferente, que también es muy sabrosa y tradicional de la cocina griega.

Esta es una de esas recetas que suelen gustar a todo el mundo, pero tenemos que ir con cuidado con las cantidades en los condimentos, pues aunque son pocos, son muy potentes y podrían destrozarnos el plato. Tenemos que poner lo justito y son las cantidades que os recomiendo y veréis más adelante.

Vamos con esta sencilla y deliciosa receta.

Ingredientes para 6 comensales:

Medio kg. carne de ternera o buey picada.
Dos huevos.

Una cebolleta medianita con el tallo verde y tierno.

Un diente de ajo pequeño.

Una cucharadita de postre de menta fresca y otra de perejil fresco muy picados.
Medio vasito de vino blanco seco o bien la misma cantidad de agua fresca.
El zumo y la piel rallada de un limón medianito.
Pimienta de molinillo.
Una cucharadita de harina de maíz, tipo maizena.
Un litro de caldo de carne.
Harina para rebozar las albóndigas
Sal.

Preparación:

Ponemos la carne en un cuenco amplio, la salpimentamos, añadimos las claras de los dos huevos, reservando las yemas para la salsa, el perejil y la menta picaditos, el diente de ajo muy picadito, la parte verde y tierna de la cebolleta muy picadita, una pizca de la piel rallada del limón y el vino o agua. Amasamos bien con las manos como siempre muy limpias y dejamos reposar media hora en lugar fresco y seco.

Pasado ese tiempo ponemos el caldo en una cazuela amplia y mientras se calienta, vamos formando las albóndigas más bien pequeñas, las pasamos ligeramente por harina y cuando hierva el caldo las vamos echando con cuidado a la cazuela. Cuando retomen el hervor, bajamos a fuego medio y dejamos cocer 20 minutos y apartamos. Retiramos una taza de caldo y la dejamos enfriar.

Ahora vamos a ir preparando la salsa. En otra cazuela amplia y no muy alta, ponemos un chorrito de aceite de oliva, como dos cucharadas soperas y pochamos la parte blanca de la cebolleta, cuando comience a estar transparente le añadimos la mitad del caldo de las albóndigas, dejamos cocer a fuego muy bajo durante 10 minutos. 

Seguidamente batimos las dos yemas de huevo con el zumo de limón y un poco de la ralladura, lo desleímos todo con una taza del caldo ya frío donde habremos disuelto la harina de maíz. Echamos esta preparación en la cazuela  de la salsa y removemos continuamente para que no se cuajen las yemas. Una vez bien ligada la trituramos o pasamos por el chino y la devolvemos a la cazuela.

Entonces incorporamos las albóndigas escurridas y dejamos cocer a fuego muy lento durante 15 minutos, sacudiendo la cazuela de vez en cuando con movimientos circulares. Si vemos que se queda corta de salsa, le añadimos un poco del caldo colado sobrante. Apartamos y dejamos reposar hasta el momento de servir.

Las servimos bien calientes y espolvoreadas con una pizca de ralladura de limón, las acompañamos con una guarnición de nuestro gusto, en nuestro caso una mezcla de arroz basmati, con arroz salvaje negro y rojo, cocidos. Acompañamos de un buen pan y ya las tenemos listas para disfrutar!!!

Este plato aunque lleve limón no resulta nada fuerte, ni ácido, muy al contrario es suave y muy gustoso, pero como os comenté antes no abuséis de los ingredientes, que aunque son pocos, tienen mucho sabor y no freír nunca las albóndigas, ni las hagáis al horno o estropearéis el plato.

Espero que os guste!!!
Bon profit, buen provecho..!!!