Nos encantan las Panna Cotta y si son de chocolate, es que ya ni os cuento. Aunque este es uno de los pocos postres que nos gustan casi de cualquier sabor, lo mismo que los flanes y los pudines. Las hago bastante a menudo y ahora que ya comienzo a pillarles el punto de gelatina, para que queden temblorosas y jugosas, y que al mismo tiempo no pierdan la forma o se rompan al desmoldarlas, todavía más.
Hace unos días en un programa de televisión sobre el café en Italia, que por cierto me encantó, prepararon una Panna Cotta con un truqui divino que yo desconocía y me ha dado un resultado buenísimo, lo pienso utilizar en más de una ocasión y os lo recomiendo le da un puntito divino. En esta ocasión lo preparé para celebrar de nuevo en casa, el cumple de mi marido y a el le encantó y lo quiere más a menudo, como no, con lo goloso que es!!! Jajaja
Ingredientes para 4 comensales:
Una taza de leche entera, 250 ml.
Medio litro de nata líquida.
Una cucharadita de esencia líquida de vainilla o de licor de menta.
Seis hojas de gelatina neutra.
150 gr. de azúcar.
40 gr. de cacao puro en polvo.
Aceite de girasol o maíz para untar el molde elegido.
Para decorar, frutos rojos y hojas de menta.
Preparación:
Ponemos las hojas de gelatina a hidratar en agua muy fría. En un cacerola ponemos a caramelizar el azúcar con una cucharadita de agua, cuando comience a tomar color(este es el truqui), lo apartamos y vertemos con cuidado la leche y después la nata, mezclamos con unas varillas y añadimos el cacao, lo disolvemos bien y lo ponemos a fuego bajo, removiendo continuamente.
Cuando comience a hervir lo dejamos cocer unos minutos sin dejar de remover, para que espese un poquito, apartamos y añadimos la gelatina escurrida y la esencia de vainilla o el licor, mezclamos unos minutos con las varillas. Lo colamos por si han quedado grumos, sobre un cuenco grande o cazuela y dejamos enfriar, removiendo de vez en cuando para que no forme capa.
Una vez frío a temperatura ambiente lo vertemos en un molde más pequeño y engrasado con aceite, lo metemos al menos 6 horas en el frigorífico, lo ideal es hacerlo la víspera. Cuando ya lleva una o dos horas en la nevera es conveniente taparlo con papel film, entonces ya no sudará y tampoco nos hará capa.Para desmoldarlo, introducimos unos segundo el molde en agua muy caliente y lo volcamos sobre un plato o fuente.
Lo servimos bien fresquito, decorado con los frutos rojos y la menta, podemos acompañarlo con nata montada o una mermelada ligerita y fresca, eso al gusto. Y ya lo tenemos listo para disfrutar!!!
Espero que os guste!!!
Bon profit..!!!
Que buena pinta .... esto lo tengo que hacer yo ¡¡
ResponderEliminarGracias!!! Ya verás que cosa tan rica, mañana lo haré de otro sabor.
EliminarSaludos y feliz semana!!!!