Calamares rellenos

Hola amigos, hoy traigo una de mis recetas favoritas de calamares, aunque me gustan preparados de mil maneras, casi tantas como existen. Esta es una receta tradicional de mi casa, y que siempre es un éxito, pero en esta ocasión le he añadido en el relleno un ingrediente nuevo en mi cocina y el resultado nos ha encantado, pues le aporta un sabor muy sutil y rico.

Se trata de un tipo de alga de cultivo y podemos prescindir totalmente de este ingrediente, pero os animo a que lo utilicéis aunque sea en muy pequeñas cantidades, como es mi caso. Y es que me gusta ir probando nuevos sabores y en su justa medida, pueden mejorar si cabe un plato de por si ya delicioso. 

También podemos triturar la salsa, como yo hacía cuando mis nenas eran peques, eso lo dejo a vuestro gusto. Pero yo he vuelto a la forma tradicional, tal como los he preparado siempre, con sus tropezones, que es como más nos gusta a todos.

Y sin más dilación, vamos con la receta.

Ingredientes para 4 comensales:

Dos calamares medianos por comensal, aproximadamente 1 kilo. 

Para el relleno:

Las patitas y aletas del calamar, limpias de la telilla y partes duras.

Dos rebanadas de pan de molde sin corteza y remojado en leche sin lactosa.

Aproximadamente 60 gr. de jamón serrano o ibérico en taquitos.

Un huevo grande.

Dos cucharadas soperas de pan rallado.

Un cuarto de cebolleta pequeña.

Un diente de ajo.

Pimienta blanca de molinillo.

Un par de hojas de algas kombu, previamente remojado según indicaciones del envase.*Opcional, pero os animo a utilizarlo.

Perejil.

Sal

Para la salsa:

Una cebolleta grande.

Un puerro, solo la parte blanca.

Medio pimiento rojo o uno pequeño entero.

Un pimiento verde, tipo italiano.

Dos dientes de ajo.

Un tomate maduro hermoso.

Un pellizco de azafrán en hebras.

Media cucharadita de café de pimentón dulce.

Un vasito de vino blanco seco, tipo manzanilla.

Un vaso grande de caldo de pescado.

Aceite de oliva virgen extra.

Dos hojas de laurel.

Pimienta blanca de molinillo.

Sal.

Preparación: 

Separamos las patas del calamar con cuidado de que no se nos rompa la tinta, cortamos por encima de los ojos y reservamos las patitas sacándoles primero la boca. Quitamos la piel de los calamares, separamos las aletas y las reservamos junto con las patitas. Los lavamos a fondo por dentro y por fuera y si tuvieran huevas (son muy blancas y de forma ovalada)las reservamos para el relleno.

A continuación, picamos en tamaño a nuestro gusto, las patitas, las aletas y las huevas y lo ponemos todo en un cuenco grande. Añadimos el pan de molde bien escurrido de la leche y lo machacamos con un tenedor, seguidamente la cebolleta, el ajo y el perejil picaditos, el huevo batido, el pan rallado y salpimentamos ligeramente. Agregamos el jamón, removemos de nuevo y por último las algas kombu picadas, mezclamos bien y si fuera necesario añadimos más pan rallado.

Procedemos a rellenar los calamares y tenemos dos formas de hacerlo. Podemos ayudarnos de una cucharilla de postre o mejor con una manga pastelera o en su defecto una bolsa para conservar alimentos. Lo llenamos sin llegar al tope y apretando un poquito la masa hacía abajo(confieso que esta vez por hacerle caso a mi pinche, y no quiero nombrar a nadie...jejejee los llené demasiado). Los vamos poniendo en un plato grande o una bandeja, cuando los tengamos todos les cosemos con un palillo y reservamos en el frigo. 

Ahora vamos con la salsa. En una cazuela amplia ponemos un chorrito de aceite y salteamos la cebolleta, el puerro, el pimiento verde y el rojo, todo cortado en trocitos no muy grandes, los ajos picaditos y el azafrán. Cuando todo esté pochadito añadimos el pimentón, el tomate pelado y cortado en cubitos, mezclamos bien, salpimentamos y dejamos sofreír 15 minutos o hasta que se haya consumido el agua, a fuego medio-bajo.

Entonces incorporamos los calamares rellenos, los dejamos un par de minutos, les damos la vuelta con cuidado, les ponemos el laurel, regamos con el vino y lo dejamos evaporar. Seguidamente el caldo, que los cubrirá tan solo hasta la mitad. Tapamos y los dejamos cocer a fuego medio-bajo durante 15 ó 20 minutos, entonces les damos la vuelta con cuidado y los dejamos cocer hasta que estén tiernos, aproximadamente otros 15 minutos.

Apartamos la cazuela, sacamos los calamares y los dejamos entibiar. Mientras tanto podemos reducir un poco la salsa y si fuera necesario ligarla, podemos hacerlo añadiéndole media cucharadita de maizena, disuelta en medio vaso de agua fría. Cuando los calamares ya no quemen, pero sin dejarlos enfriar o nos costará más, les quitamos los palillos y los volvemos a poner en la cazuela, tapamos y dejamos reposar unos minutos.

Servimos calientes espolvoreados con perejil recién picado, acompañamos de un buen pan para mojar en la salsita que está divina. Podemos ponerle una guarnición de un buen arroz cocido, el jazmín le va ideal y ya los tenemos listos para disfrutar!!!

Espero que os gusten!!!

Bon profit..!!!