Tarta de chocolate con cerveza negra artesana

Ésta es la famosa tarta de chocolate con cerveza negra que, desde hace muchos años, corre por al red. Aunque, para hacerla, utilicé una Mammooth Hecate, tipo Ale Stout. Pues, teniendo en España deliciosas cervezas artesanales, ¿¿porque no hacerla con una de ellas??

Además, la ocasión la pintaban calva: el miércoles pasado fue el cumpleaños de Esteve, mi marido, y a él le encantan las cervezas artesanales, entre ellas, la negra que recibimos en el pedido de Delicia Artesana. Por supuesto, probamos una primero, pues él suele ser bastante crítico y yo quería comprobar su sabor antes de utilizarla en la cocina. Pues nos ha gustado muchísimo, tanto el sabor y aroma, como el resultado de la tarta, que, según mi gente, es de la mejor que he hecho ¡¡y eso que les gustan todas!! Jajajaja

Esta es mi versión y me basé en la receta de Isasaweis, pero cambiando las cantidades del frosting, adaptándolo a nuestro gusto y también, por qué no decirlo, la cantidad de cacao puro en el bizcocho, al que añadí una pizquita más...jejeje. Y, por supuesto, la cerveza, que os la recomiendo por su suavidad y cremosidad.

Esta Cerveza Hecate es ideal para tomar con los mejores encurtidos y aceitunas andaluzas: la aceituna aloreña partida. O como en este caso para preparar una deliciosa tarta con chocolate negro, ¡¡que estoy segura os encantará!!

Pues vamos con este pecado estival, porque ¡¡ya veréis que esta de vicio!! 

Ingredientes:

250 ml. de cerveza Mammooth Hecate, tipo Ale Stout.

250 gr. de mantequilla.

85 gr. de cacao puro en polvo, yo utilizo Valor.

400 gr. de azúcar.

250 gr. de harina.

140 ml. de nata líquida 35% MG

Una cucharadita de esencia de vainilla.

Dos cucharaditas y media de bicarbonato (si se desea, sustituimos por 1 sobre de levadura química).

Dos huevos.

Para el frosting:

Una tarrina de queso de untar tipo Philadelphia, 270 gr.
Medio litro de nata para montar 35% MG.
150 gr. de azúcar glass.

Si no os gusta mucho el frosting, reducid cantidades. Este es muy suave porque lleva mucha nata y menos queso.

Preparación:

Ponemos un cazo a fuego medio, vertemos la cerveza y, cuando esté bien caliente, añadimos la mantequilla y removemos hasta que esté bien disuelta. Entonces, apagamos el fuego, apartamos, dejamos entibiar, agregamos la esencia de vainilla y reservamos. En un cuenco grande, ponemos los ingredientes secos: el cacao, el azúcar, el bicarbonato, la harina; y mezclamos bien con unas varillas.

En otro bol, echamos la nata líquida y los dos huevos, batimos bien con una varillas hasta obtener una crema homogénea, y, entonces, vamos agregando la cerveza con la mantequilla y la esencia, que ya estará fría. Lo mezclamos todo, incorporamos esta mezcla al bol con los ingredientes secos y mezclamos bien con las varillas, nos ha de quedar una crema muy homogénea. Untamos un molde desmontable con un trocito de mantequilla, espolvoreamos con harina sacudiendo el resto, vertemos la mezcla y lo metemos al horno previamente precalentado a 180º durante 40 minutos. Una vez hecho, lo sacamos y dejamos enfriar.

Ahora, vamos a hacer el frosting. En un bol amplio y frío, vertemos la nata bien fría para que monte bien junto a una cucharada sopera de azúcar glass. La montamos con las varillas eléctricas y la reservamos en el frigorífico. 

En otro bol, ponemos el queso de untar y el resto de azúcar glass, y lo batimos con unas varillas hasta que tengamos una crema muy fina. Entonces, añadimos la nata montada y mezclamos con movimientos envolventes ayudándonos de una espátula, integrando bien los ingredientes. 

Repartimos el frosting cubriendo la superficie del bizcocho que ya estará frío, dejándolo caer un poco por los bordes, y metemos al menos una hora en el frigorífico.

Como veis, queda muy bonita, el bizcocho muy negro y el frosting asemeja la espuma. Esta tarta podemos tomarla recién hecha y estará muy esponjosa y melosa. Pero si la dejamos reposar o la hacemos la víspera todavía estará mejor, pues el bizcocho toma más consistencia, lo mismo que el frosting que, del modo que lo hago yo, queda como una mousse muy rica y apetecible. Y, por cierto, no sabe nada a cerveza, pero si como a trufa, tal como comenta Isasaweis.

La servimos bien fresquita, que es como nos gusta en casa, o a vuestro gusto, junto a un buen cava bien helado ¡¡y ya la tenemos lista para disfrutar y/o celebrar como en mi caso!!

¡¡¡Espero que os guste!!!

Bon profit!!